Este 2022 se cumplirán 34 años de una de las anécdotas más sabrosas que se han visto en una competencia del Rally Dakar, la cual celebra su edición 44º en Arabia Saudita.

El sábado arrancó oficialmente la 44º edición del Rally Dakar en Arabia Saudita, con la presencia de 11 chilenos en las diferentes etapas.

Esta competencia guarda un sinfín de anécdotas dignas de una película. Sin embargo, este 2022 se cumplirán 34 años de una de sus más icónicas historias.

Corría el año 1989 y Peugeut se presentaba a la competencia con dos pilotos de primer nivel: Ari Vatanen (campeón del mundo de rally) y Jacky Ickx (seis victorias en las 24 horas de Le Mans).

Desde su llegada a Peugeut en 1987, Jean Todt (actual presidente de la FIA) no había dado tregua a los demás competidores y algunos lo acusaban de romper el espíritu de la competición.

El Rally que se decidió con una moneda al aire

Sin embargo, para 1989 Todt fue más allá y fichó a estos dos campeones, quienes irradiaban tensión entre ambos. Por sus capacidades, era más que obvio que uno de los dos sería el gran campeón en el desierto del Teneré, en África.

Las etapas iban transcurriendo y los campeones no daban tregua, encumbrándose en lo más alto de la clasificación y la tensión aumentaba cada vez más.

Como un ‘viejo zorro’, Jean Todt se adelantó a la jugada y guardó literalmente una moneda bajo el brazo para decidir al ganador.

¿Cómo es eso? Pues Todt decidió al campeón del Rally París-Dakar 1989 tirando una moneda de 10 francos al aire.

Salió cara, y a falta de dos etapas, Jean Todt se aseguraba el Rally para la marca francesa. Sin embargo, jamás esperó que Vatanen se perdiera en la ruta y Jacky Ickx aprovechara para ubicarse como líder de la general.

Rally Dakar 1989
Captura de pantalla

Vatanen se pierde y se arma la grande

Al llegar a la zona de Peugeot los ánimos estaban más que encendidos y Ari le recriminaba al belga su actuar, encarándolo por no haberlo esperado.

Ickx se defendió argumentando que hizo todo lo que pudo para esperarlo, y que el ritmo que llevaba era inferior para conseguirle ventaja.

En este escenario se presentó la última etapa de tan solo 40 kilómetros, y nadie sabía que lo que pasaría al finalizar la competencia.

Finalmente Jacky Ickx le cedió la primera posición a Vatanen, sin antes aclarar que se trataba de una orden del equipo.

Poco antes de la meta decidió desacelerar su auto y darle paso a su compañero, hasta que recuperara la primera posición.

Lo siguió de cerca, dejándole en claro que siempre tuvo la opción de ser el ganador del Rally Dakar 1989.

La premiación fue un festival de caras largas. De hecho se pensó que Ickx no iba a subir al podio a recibir su premio de segundo lugar.