Este sábado se cumplen 5 años del brutal accidente en esquí que sufrió el piloto Michael Schumacher en los Alpes franceses, específicamente en Meribal.

‘Schumi’, siete veces campeón Mundial de la Fórmula 1, protagonizó una dura caída que lo dejó con severo traumatismo craneoencefálico y con diversas hematomas a nivel cerebral, tras golpearse la cabeza con una roca.

Tan grave fue la situación que el deportista debió ser operado de urgencia, con un alto riesgo, lo que derivó en un coma inducido de casi 6 meses.

En la actualidad, poco y nada se sabe del estado de salud del alemán. Lo único cierto es que no está hospitalizado, sino que es atendido en su hogar.

Agence France-Presse
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Pero, más allá de su presente, en la mente y corazón de los fanáticos -que aún añoran su recuperación- están sus grandes gestas sobre un monoplaza, como también sus anécdotas.

En relación a esto última, probablemente la más espectacular fue la que aconteció en diciembre de 2007 cuando se dirigía al aeródromo de Coburg en su país, con un taxi común y corriente como ‘escenario’.

Resulta que el multicampeón abandonó atrasado su hogar junto a su familia, por lo que calculaba que los tiempos no le darían y seguramente llegaría tarde a una reunión vital, lo que evidentemente no estaba en sus planes.

Fue así que decidió tomar el toro por las astas y pidió al taxista que le cediera el volante. Michael Schumacher sería el conductor esta vez. Se necesitaba velocidad para llegar a tiempo.

Agence France-Presse
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“Llegaba tarde así que, ni corto ni perezoso, pidió al piloto que le dejara ocupar su asiento y condujo velozmente al aeródromo, ante los ojos del sorprendido taxista”, explicó en su momento el diario El País.

Y el taxista Tuncer Yilmaz no se opuso. “Me encontré en el asiento del copiloto, fue increíble”, sentenció, relatando a la prensa alemana que “él hacía adelantamientos increíbles y superó las curvas a toda velocidad”.

“Fue muy extraño tener a Schumi conduciendo, conmigo en el asiento del pasajero”, añadió Yilmaz según Agencia Reuters, que especificó que el piloto le dio 100 euros de propina, más los 60 del viaje propiamente tal.

Yasuyoshi Chiba I Agence France Presse
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¿Llegó a tiempo Schumacher? Seguramente es la pregunta que muchos se hacen. La respuesta es sí, por supuesto. “Ni que decir que llegó a tiempo”, informó el diario alemán Abendzeitung.

Sin embargo, más llamativo fue todo cuando la portavoz de la familia -quien mantiene ese ese cargo en la actualidad- Sabine Kehm, confirmó lo ocurrido y puntualizó que Michael estaba desesperado porque tenía una cita para la adopción de un perro. Un crack.