La final de peso ligero de Road FC que disputaron Shamil Zavurov y Mansour Barnaoui en Corea del Sur tenía muchos atractivos.

Por un lado se enfrentaban dos de los mejores exponentes de la categoría y además en las tribunas estaba presente una de las grandes estrellas de la UFC, Khabib Nurmagomedov.

A pesar de que el ruso arrastra una suspensión de nueve meses tras el altercado que protagonizó con Conor McGregor, estuvo siguiendo con lujo de detalles el cometido de Zavurov, quien resulta ser su primo.

Sin embargo, nada pudo hacer para evitar que el combate terminara de la peor forma posible para su pariente, ya que en el tercer asalto , Barnaoui logró un impresionate KO que dejó fuera de combate de forma instantanea a Zavurov.

El tunecino cerró la pelea con una impresionante maniobra. Tras lograr retener por el cuello a Zavurov, Barnaoui tomó un poco de impulso e impactó de lleno en el rostro de su oponente con un vistoso rodillazo volador.

El ruso cayó fulminado a la lona mientras que el árbitro detuvo el combate para que el perdedor pudiese recibir la atención médica correspondiente.

Khabib volvió a pisar un octágono, pero esta vez no para demostrar sus grandes técnicas o para trenzarse a golpes con el oponente, sino que para atender y poner hielo a su malogrado primo, que nada pudo hacer ante la destreza de su rival.