VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Antonia Villarroel, bicampeona nacional de patinaje artístico, lucha contra la falta de financiamiento para asistir al Mundial de China tras clasificar en el Sudamericano. A pesar de lesiones y estrés, se autofinanciará con rifas y un bingo. Agradece el apoyo de su familia y su pololo Bastián Ubal. Destaca la importancia del respaldo para seguir adelante. Villarroel proyecta disfrutar en el Mundial a pesar de una fractura en la pelvis y problemas de sueño.

La historia de Antonia Villarroel es una más de las más increíbles de los últimos años en el deporte chileno. Tras clasificar al Mundial de China al consagrarse monarca nacional, y conseguir un brillante segundo lugar en el último Sudamericano de patinaje artístico, su presencia pende de un hilo porque no recibió financiamiento para su viaje.

Sí, la también bicampeona nacional de la disciplina, está en una lucha contra todo para llevar la bandera chilena hasta la cita planetaria: lesiones, estrés y falta de recursos han atormentado sus últimas semanas. Sin embargo, sonríe a la vida y no se rinde.

Es más, asegura que dirá presente en la competición, aunque sea solamente con autofinanciamiento. Ya ha realizado varias rifas y se aproxima un bingo, el próximo 11 de octubre. Dos días después de esa última iniciativa, debería ir subiéndose al avión.

¿Cómo puede alguien salir adelante con este gris panorama? Ella dice que la clave ha estado en el amplio respaldo recibido de su familia y su pololo, el futbolista Bastián Ubal de la Universidad de Concepción. Así lo reconoció en entrevista con BioBioChile.

Los orígenes de una multicampeona: “A mi me mudaban con patines”

Para entender el éxito de Villarroel en el patinaje hay que remontarse varios años atrás. Por ahí por 2007, cuando tenía solo tres años de vida.

– ¿De dónde nace tu amor por el patinaje?

Pasa que yo nací y mi hermana mayor ya patinaba, entonces fui una especie de experimento. Me cuentan, porque yo no me acuerdo nada, pero me cuentan que yo hinchaba de chica que me pusieran los patines.

– ¿Algún recuerdo que tengas de tus primeros años?

O sea, yo no me acuerdo. Pero, por ejemplo, para que los niños aprendan a andar les aprietan las ruedas para que no giren, porque puede ser peligroso. Pero me cuentan que yo hacía escándalo para que me las soltaran, que yo quería que las ruedas giraran. Y también me dicen que me mudaban con patines.

– Deben tener varias historias como familia…

Sí, también me llevaron a Argentina cuando mi hermana tenía que entrenar, para que yo patinara. Y dicen que yo tenía como 2 años y toda la gente pensó que yo era una guagüita de Argentina, por todo el talento que tenía.

– ¿Y en qué momento empezaste a patinar a nivel competitivo?

Empecé a competir a los 3 años. Mi primera competencia internacional fue a los 8 y fui seleccionada desde los 10 hasta ahora, que tengo 21.

– ¿De todo lo que te ha dado el deporte en estos años qué es lo que más destacas?

Que me ha dado mucha madurez para ver las cosas de diferentes formas, en general, en la vida. Me ha dado experiencias, más que mis mismos estudios, encuentro yo. Me ha tocado pasar por tantas cosas, ver tantas cosas, y me ha dado herramientas para poder enfrentar lo que viene más adelante en la vida.

– ¿Tienes alguna otra ocupación fuere de la pista? ¿Trabajos o estudios, por ejemplo?

Yo estudio. Iba a entrar a estudiar en 2023, pero por el mismo Panamericano de Santiago 2023 preferí congelar los estudios y prepararme para eso. No clasifiqué, entonces, de igual forma, preferí seguir preparándome en el deporte. Lo pensé bien, en conjunto con mis papás todo. También hice clases de flexibilidad. Hice muchos cursos en el Comité Olímpico para dedicarme a esto. Entonces, por todo eso, me concentré bien en el deporte. Después ya puedo hacer lo que yo quiera. Puedo hacer clases, de igual forma ayudo a mi hermana mayor que tiene su club en Talagante y voy algunos días a reemplazarla, o a hacerme cargo del grupo de las más chiquititas.

Antonia Villarroel, toda una vida en el patinaje artístico
Cedidas

La clasificación más compleja: “Pensé en no competir”

Antonia brilló en Brasil hace casi dos meses y consiguió, hace uno, el cupo al certamen planetario en el torneo nacional. Fue su cuarta clasificación al torneo más importante de todos.

Esta vez, eso sí, el escenario fue mucho más complejo al de las pasadas ocasiones. “El proceso para clasificar a China fue muy duro”, asegura.

– ¿Qué lo hizo tan difícil esta vez? Ya tenías experiencia de otras ocasiones

Es que incluso pensé en no competir. Por una fractura en la pelvis que aún tengo. Entonces el proceso fue básicamente sin entrenar, ir a la vida y bueno, me fue bien. Fui sin expectativas.

– Y a eso hay que sumar todos los problemas externos de ahora, como la falta de financiamiento.

Sí. Sabíamos en un principio que si clasificábamos íbamos a tener que tomar todas estas medidas de bingos, de rifas, por los costos altísimos. Hace unas semanas antes del clasificatorio, aún estaba en duda si es que nos iban a financiar algo, o si es que íbamos completamente autofinanciados y un par de días antes de comprar el pasaje, nos dijeron ‘chicos no hay financiamiento. Se pagan todo ustedes’. Íbamos con la fe de que quizás nos iban a pagar alguna especie de viático, pero resulta que llegamos completamente autofinanciados.

– ¿Cómo logras juntar recursos?

Yo por mi parte hice rifas y ahora estoy realizando un bingo y hubo, gracias eso, un par de entrevistas y me ha hablado gente para donar premios, cosas así. Me ha ido relativamente bien, pero aún lejana de la meta.

Antonia Villarroel y su equipo: la bicampeona de patinaje artístico
Cedida

– ¿Qué pasa por tu cabeza cuando ocurren situaciones como estas?

Es mi cuarto Mundial. Y la verdad que a todos nosotros como deportistas nos llama mucho la atención que se priorice otros campeonatos y no un Mundial, algo tan importante para nosotros como patinadores, porque al final termina siendo nuestros Juegos Olímpicos. Entonces, que estén priorizando otros campeonatos en Sudamérica nos parece extraño, ya teniendo en cuenta que este campeonato mundial iba a hacer en China, y se sabía de muchos años.

– ¿Ha existido algún acercamiento de la Federación o alguna gestión?

No. La verdad que no. Como comenté, igual la gestión no ha sido muy grata con nosotros. Dije que estaba en duda hace un par de semanas atrás si nos financiaban algo, o si nada. Entonces que nos tengan en este limbo a nosotros como deportistas… es fome igual tener que entrenar con esa incertidumbre de ‘ojalá me paguen algo’. Y que al final nos digan ‘No, no les vamos a pagar nada a ustedes’ (NdE: tres días antes de la publicación de esta entrevista se comprometió pago de viático por la inscripción, 80 USD).

– ¿Algún llamado a la gente o empresarios?

Hago un llamado a que la gente se empiece a fijar en deportes que no son tan visibles, como el patinaje, que es un deporte maravilloso. Y bueno, ahora estoy buscando ayuda para ir a China, que es un poco complejo. Me tiene estresada esta preparación en lo financiero y el estrés precompetitivo es una carga altísima para nosotros como deportistas. Así que hago un llamado, voluntario, a quien desee ayudar.

El apoyo clave que la ayuda a no desistir y cómo proyecta su paso por China: “Iré a disfrutar”

Los días pasan, el horizonte se ve complejo, pero Antonia Villarroel sigue firme y con convicción de seguir en el deporte. Pase lo que pase.

– ¿Cómo lo haces para seguir en el deporte pese a ‘portazos’ y el poco apoyo que recibes?

Sí, bueno, yo creo que no es un secreto que la vida del deportista es súper corta. Uno se proyecta. Yo tengo 21 años y uno se proyecta hasta los 26 o 28 como máximo. Entonces, fue una decisión propia, personal, porque tengo más proyectos de vida más adelante. Entonces quiero disfrutar esta vida deportista, aunque no tenga nada monetariamente a cambio, porque tener un Proddar es extremadamente complejo por unos requisitos. Yo estuve a punto de obtenerlo, pero por un requisito no tuve.

– ¿Y qué dice su entorno más cercano?

Fue una decisión propia, personal, que da igual lo que pase, me encanta explotar una parte de mí que no muchos pueden. Pero en mi familia me apoyan totalmente, son un apoyo fundamental. Mi pololo Bastián Ubal, futbolista de la U de Conce, ha sido mi apoyo esencial.

– ¿Qué te dice él que también es deportista?

Nos apoyamos mutuamente. Él es el que más me alienta en esto, de seguir, de explotar mi vida deportiva. Él más que nadie creo que sabe que la vida del deportista es corta.

Antonia Villarroel, bicampeona nacional de patinaje artístico
Cedida

– Pensando en el evento en China ¿Cómo te proyectas?

Estoy con una fractura en la pelvis, y no poder entrenar como yo quisiera es… ayer le dije a mi entrenador ‘déjame entrenar doble jornada, necesito entrenar’. Y él me dijo ‘no puedes, tus médicos dijeron que no, aunque insistas, no’. Entonces mis expectativas, la verdad, son disfrutar. Voy con la cabeza mucho mejor que otros campeonatos internacionales, pasa que cuando uno disfruta dentro de la pista se nota y eso automáticamente te lleva a un mejor resultado

– ¿Cómo ocurrió esa fractura? ¿Cuál es el plazo de recuperación?

Es una fractura por estrés, por lo cual la única forma que se pase es reposo. Entonces, después de este mundial, obligada, me tengo que tomar reposo. Depende de cada persona, pero son dos o tres meses, o cuatro. Depende según la propia persona cómo regenere todo.

– En el pasado hablaste también que sufrías transtorno de sueño ¿Sigue presente?

Es algo en mí que se mantiene, todavía. Se exacerba un poco más en períodos de estrés. Ahora con esto de China igual se ha exacerbado un poquito más por el tema de organizador los bingos, y bueno, en general no he podido entrenar tan tranquila como me gustaría hacer esta preparación. Ahí con mi cuerpo médico tratamos de regularlo con algunos medicamentos, con medicamentos naturales también, y dormirme temprano, que eso es lo que todos deberíamos hacer.

Antonia Villarroel, la estrella del patinaje artístico chileno
Cedidas

– ¿De alguna manera influye en tu rendimiento deportivo?

Antes me afectaba. Ahora ya no, ya sé controlarlo, porque lo que más me afectaba era la cabeza, en el sentido de no dormir bien, (pensaba) al otro día voy a rendir mal, voy a rendir pésimo. Eso era lo que más me afectaba, más allá de dormir mal. Ahora ya si duermo mal una noche, al otro día como si nada y rindo igual. Ya no me afecta, pero claramente unas horitas menos de sueño o dormir mal afecta cognitivamente.

– Finalmente: ¿Dónde te ves en 10 años más? ¿Cómo te proyectas?

Es súper complicado. Yo me proyecto mucho con Bastián y la carrera del futbolista es súper de allá para acá. Pero somos un equipo y yo lo apaño a todo, y él también a mí. Él sabe que si se va alguna parte yo me voy con él. Entonces tenemos que buscar las cosas que nos sirven más, en conjunto. En el lugar del mundo donde esté sé que voy a poder hacer algo, reinventarme.