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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Conor McGregor ha generado controversia por duras sesiones de entrenamiento en Italia, donde dominó a jóvenes luchadores sin mostrar compasión. Aunque también ofreció consejos, su actitud intensa ha sido cuestionada en redes sociales. Se especula si esto es parte de su regreso al octágono, ya que no pelea desde su lesión en 2021.

Conor McGregor vuelve a estar en el centro de la controversia. Esta vez, no por una pelea oficial ni por sus habituales declaraciones incendiarias, sino por unas polémicas sesiones de entrenamiento que han generado una fuerte ola de críticas en redes sociales.

Durante una reciente visita a un gimnasio de artes marciales mixtas en Italia, el excampeón de la UFC, de 37 años, fue grabado en una sesión de sparring en la que no mostró compasión alguna.

Las imágenes, que rápidamente se volvieron virales, lo muestran lanzando jabs repetidos y dominando de forma abrumadora a jóvenes luchadores locales, visiblemente menos experimentados.

Aunque McGregor también fue visto ofreciendo consejos y entrenando a varios miembros del gimnasio, muchos aficionados cuestionaron la intensidad de su actitud en el sparring.

Es la segunda vez en pocas semanas que se difunde un video similar, lo que ha encendido aún más las críticas hacia el irlandés.

La gran incógnita sigue siendo si estas apariciones forman parte de un verdadero plan de regreso al octágono. McGregor no ha peleado desde su brutal lesión en julio de 2021 ante Dustin Poirier, cuando se rompió la pierna en plena acción.

No obstante, recientemente se ha reincorporado al grupo de pruebas antidopaje, un requisito clave para volver a competir en UFC.

Como si no bastara con su entrenamiento intenso, el dublinés ha lanzado una propuesta ambiciosa que es encabezar el evento especial de UFC en la Casa Blanca, planeado para el 4 de julio de 2026, como parte de las celebraciones del 250° aniversario de la independencia de Estados Unidos.

Este evento, que contaría con el respaldo del presidente Donald Trump y el presidente de UFC, Dana White, podría marcar un hito histórico en el mundo de las artes marciales mixtas.