La tierra tembló en Kamchatka, Rusia, pero el miedo viajó miles de kilómetros hasta el corazón del Pacífico. Un terremoto de magnitud 8,8 en la península rusa ha desatado una alerta por tsunami que mantiene en vilo a Hawái, Japón y buena parte de la costa del Pacífico.
En el archipiélago hawaiano, el gobernador Josh Green decretó el estado de emergencia y solicitó a la población que evacúe inmediatamente las zonas costeras.
“Por favor, tomen esta situación en serio“, rogó en su cuenta de X. Los Centros de Operaciones de Emergencia trabajan a contrarreloj mientras las sirenas resuenan en las playas.
Pero mientras miles se resguardaron, otros desafiaron lo impensable. En la icónica playa de Waikiki, donde el turismo suele teñir de color y música cada ola, un surfista ha decidido no huir.
Tabla en mano, se adentró en el océano con una mezcla de calma y desafío, esperando no el desastre, sino la oportunidad de enfrentarse a lo que podría ser la ola de su vida. Esto, a pesar de las advertencias.
Este insólito comportamiento recuerda al del peruano Felipe Pomar, quien en 1974, tras un terremoto de 7,4 grados en Perú, decidió surfear el tsunami que le siguió. Hoy, aquel acto se ha convertido en una leyenda del surf extremo.
En las últimas horas, la alerta de tsunami que afectaba a Hawái fue reducida al nivel de advertencia, luego del impacto de las primeras olas. Por el momento, aunque ha habido olas de hasta cinco pies de altura, no se han registrado daños importantes.