Macarena Larraín completó los 42k de la Maratón de Santiago luego de sufrir un ACV en 2019. "Ha sido espectacular la cantidad de mensajes que me han llegado a través de Instagram. De personas que han tenido ACV y que están en otras condiciones y que ha sido como un ejemplo para ellos de seguir adelante", cuenta ya con el objetivo cumplido.

La Maratón de Santiago 2022 que se corrió el fin de semana pasado fue todo un éxito. Daniel Cortés volvió a dejar el título en casa, mientras que en la versión femenina Danica Kusanovic fue la mejor. Pero como dicen en el atletismo, uno compite con uno mismo y el desafío es ser cada vez mejor y avanzar.

Así fue como lo vivió Macarena Larraín, que ha sido deportista a lo largo de toda su vida y en 2019 sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV) que la dejó con secuelas. Pero se preparó y este domingo completó los 42k protagonizando una de las historias de resiliencia más emotivas de la carrera.

En conversación con BioBioChile, la santiaguina recuerda específicamente que el ACV “fue el 15 de julio de 2019. Estuve en la Clínica Santa María dos semanas aproximadamente y de ahí me trasladaron a la clínica Los Coihues, que es experta en neurorehabilitación. Sumando entre los dos lugares fueron entre 3 y 4 meses”.

Pero el hecho de estar internada no fue todo. Entre las secuelas, describe la parálisis de su lado izquierdo del cuerpo. “Mi brazo era pléjico no se movía con nada. Con pura rehabilitación y terapia ocupacional fue activando de a poquitito. Yo no muevo mis dedos, no logro hacer la extensión de forma automática. La pierna también no puedo mover los dedos del pie pero puedo subir y doblar la rodilla como la pierna esta mas activa por el trote responde mas rápido, ya tengo sensibilidad en la pierna por ejemplo”, explica.

Además de correr maratones y ser una deportista activa, Macarena es ingeniera en administración de Recursos Humanos. Paralelo a su vida laboral, uno de sus grandes desafíos personales era poder correr la Maratón de Santiago. “Me estuve preparando un año. Al principio fue más bien manejo de CORE y de ahí cuádriceps. Hubo mucho entrenamiento funcional: al principio para tener un mejor lineamiento al momento de correr. Justo estaba la pandemia y el kine que me ayudaba venia 4 veces a la semana. Lo hicimos full al principio y ahí empecé a correr 1 km, después 3km. Eso me costó mucho, empezar a correr esas distancias”.

Aclara que en su trabajo le entregaron todo el apoyo en su rehabilitación y en sus entrenamientos. “Actualmente trabajo en una OTIC que se llama Proforma y afortunadamente ellos me han dado todas las facilidades para trabajar y entrenar”, recalca.

Respecto a la carrera del domingo es enfática en señalar que “ahora para mí el objetivo era terminarla, en eso pensaba. Lograr llegar. Nunca bajar los brazos porque en definitiva el hecho de correr la maratón era un hito más que importante porque esto va a ser un cambio en mi proceso de rehabilitación. Ahora como objetivo está correr la maratón de Viña”, advierte.

Larraín destaca que el hecho de haber sido deportista durante toda su vida ha sido fundamental en su recuperación, aunque con las secuelas no pueda hacer la misma cantidad de ejercicio que hacía antes.

“Mi idea es poder mantener todo este tema físico en el que estoy actualmente. Ahora me tengo que recuperar porque tengo un edema óseo en el tobillo izquierdo. Eso se dio porque mi pie no tiene una pisada normal, se va hacia adentro entonces esto provocó que me lesionara. Lo que me dice el doctor es que tengo que descansar, que es la única forma de sanar eso. Eso va a ser unas dos o tres semanas y recuperándome de esa lesión mi idea es comenzar a entrenar para Viña”, cuenta entusiasmada.

“Lo de la lesión lo sabía con anterioridad a la maratón. De hecho me infiltraron con corticoide para poder desinflamar y poder correr los 42k. Y funcionó porque durante la carrera no me dolió el tobillo. De todas formas tengo que ir al traumatólogo para ver cuánto tiempo va a ser de recuperación efectivo”, aclara.