Cristóbal Cádiz, de 35 años, vecino de la comuna de La Florida, sufre una paraplejia desde los 18 años luego de practicar descenso en bicicleta.
Pese a esa situación, su gran pasión, el deporte que le da dado alegrías e ilusión, se mantiene indeleble: la equitación, especialidad donde quiere seguir creciendo.
“Cuando partí en esto, tomé clases de equinoterapia. Mi estabilidad arriba del caballo era nula”, expresa el deportista que entrena en el Centro Ecuestre Meraki de Paine.
Este joven realiza “equitación adaptada”, bajo la modalidad ecuestre de “paradoma clásica”. Estas prácticas, se han visto realzadas con las clases de equinoterapia, donde ha podido aprender a manejar y guiar al caballo.
Al mismo tiempo, ha logrado alcanzar un mayor control motor tras su lesión. Y ahora, podrá reforzar aún más sus entrenamientos tras la ayuda que le brindó la Municipalidad de La Florida, a través de la Corporación del Deporte. Su sueño es uno solo: llegar a los Parapanamericanos.
Mientras tanto, Cádiz cuenta que, de la Municipalidad, “recibí un chaleco airbag, de última tecnología. Otorga seguridad arriba del caballo. Si te caes, se activa y me protege la columna, los órganos internos y los hombros”.
Al respecto, la alcaldesa (s) de la Municipalidad de La Florida, Janett Fernández, detalló que la ayuda otorgada a Cristóbal Cádiz, se enmarca en “los programas que están instalados en el municipio, sobre todo los que se vinculan a la discapacidad y el deporte. Aparte de reconocer a deportistas destacados, también impulsamos estas instancias que van en la línea de ayudar a las personas en su terapia y rehabilitación”.
El sueño panamericano de Cristóbal
Cristóbal cuenta que el centro ecuestre donde entrena le otorgó una beca. “Yo allá entreno gratis y, los demás gastos de implementos, me los costeo yo”.
“Estoy agradecido por el chaleco que me entregó la Municipalidad, ya que su precio es alto. Lo primordial es me brinda seguridad arriba del caballo. Puedo entrenar enfocado en lograr más cosas y en el objetivo en cuanto al control del caballo y a la disciplina en general”, acotó.
Este ejemplar deportista floridano, pronto se va a preparar para competir en un torneo nacional y mantener la ilusión de clasificar a los Panamericanos que se desarrollarán en Santiago.
Los campeonatos locales, permiten la opción de acceder al magno evento regional. “Mi sueño es traer una medalla a Chile y representar al país. Somos pocos los jinetes con situación de discapacidad”, señala.
“Ojalá más gente se motive con este deporte. Se debe fortalecer la equitación”, agrega Cádiz, quien hace hincapié en la trayectoria del jinete, Alberto Larraguibel, villa homónima de La Florida donde el vive. “Es una gran coincidencia, justo vivir en un lugar cuyo nombre es la de un exrepresentante de la equitación mundial”, sostiene.
En la ciudad de Viña del Mar, el 5 de febrero de 1949, junto con su caballo Huaso, Larraguibel saltó 2,47 metros. Después de numerosos intentos, esta marca no ha sido batida.