El deporte iraní vuelve a ser noticia y no precisamente por algo bueno. A cuatro meses de la ejecución del luchador Navid Afkari, quien fue condenado a la horca en septiembre de 2020 por haber provocado supuestamente la muerte de un hombre en una manifestación en 2018, vuelve a conocerse otro caso similar que vuelve a encender las alarmas.

Se trata del luchador de 29 años, Mehdi Ali Hosseini, quien también fue condenado a la horca tras ser acusado de haber asesinado a otro joven durante una pelea grupal.

El deportista está detenido desde el 2015 y se le aplicará la Ley del Talión, conocida por muchos como la ley del “ojo por ojo, diente por diente”.

Señalar que la familia de la víctima no accedió a perdonar la vida del atleta, pese a la intervención de figuras del deporte como Hamid Sourian, campeón olímpico de grecorromana en los Juegos de Londres 2012 y actual vicepresidente de la Federación de Lucha de ese país.

La noticia de esta próxima ejecución causó indignación en el deporte mundial y en las agrupaciones de derechos humanos, quienes condenaron el actuar del régimen en Irán. De hecho pidieron la intervención urgente del Comité Olímpico Internacional (COI) y de la Unión Mundial de Lucha (UWW, por sus siglas en inglés).