La miniserie de Netflix Gambito de Dama, sigue batiendo récords de audiencia con el paso de los días.

De hecho, la plataforma confirmó a través de sus Redes Sociales que la historia de la niña huérfana y su especial relación con el ajedrez se transformó rápidamente en la más vista de su formato. Un exitazo.

En este sentido, una voz autorizada del deporte mental salió a alabar públicamente el proyecto audiovisual. Nada menos que Magnus Carlsen, el mejor de la disciplina en los últimos años y Gran Maestro de la misma.

En una entrevista con el medio Insider, Carlsen puntualizó que “me encanta el hecho de que una vez que Beth (protagonista) comenzó a tener resultados y quedó claro que tenía una gran habilidad no quedó mucho lugar para los ‘no creo que pueda ser buena porque es una mujer’”.

En relación a esto último, el noruego aprovechó la ocasión para ‘atacar’ un problema que sigue latente en su especialidad -y que la serie también destaca en algunos fragmentos-: el machismo.

“No creo que las mujeres tengan una habilidad menos natural para ser grandes en el ajedrez en comparación con los hombres”, sentenció, haciendo hincapié en que “este es un problema que ha existido en el mundo del ajedrez durante mucho tiempo. Creo que definitivamente hay un gran trabajo por hacer”.

En este último tema, Carlsen fue más allá y pidió acabar con al diferenciación de torneos masculinos y femeninos para “promover un cambio cultural”.

“Eso en realidad no sucede”

Pese a que Magnus Carlsen llenó de alabanzas a Gambito de Dama y habló de ella como un fanático más, el ajedrecista y campeón mundial no pudo ocultar que se “desconcertó” por dos situaciones específicas de su deporte.

“Hubo algunas cosas que me desconcertaron, como el hecho de que ella fuera tan mala en el blitz (partidas rápidas) cuando lo intentó”, recalcó, aseverando que “esperaría que alguien con tanta comprensión y tanta habilidad pueda jugar blitz al menos decentemente”.

Sin embargo, lo que más desencajó a Magnus fue una escena del segundo capítulo, cuando, en un torneo local, un competidor le ofrece a la protagonista ‘hacer tablas’ (empatar) y después abandona cuando ‘Beth’ rechaza su propuesta.

“¿Ofreces un empate y luego renuncias de inmediato? Eso en realidad nunca sucede”, expresó.

Consignar que Magnus Carlsen se tituló campeón del mundo en 2013, con 22 años, 11 meses y 23 días, siendo el segundo más joven de la historia en conseguir ese logro. Solo lo supera Garry Kaspárov con 22 años, 6 meses y 27 días.