Víctor Carrera es un nombre conocido en el mundo del parapente. Este joven chileno, que practica este deporte desde los 3 años, ha sido vice campeón mundial categoría “single” y campeón del mundo en modalidad “synchro” (ambas en 2017), logros que han elevado a la categoría de prodigio en su disciplina.
Como a todos los deportistas, el coronavirus ha afectado totalmente sus entrenamientos. De hecho, para entrenar al 100%, requiere de moverse donde está la temporada de verano, siendo Europa su principal destino de cara al circuito internacional.
Entre las hazañas de este piloto de tándem y acrobacia en parapente destaca el vuelo que hizo en Dolomita, Italia, a 4500 metros, siendo el más alto que ha realizado. Además, sorprendió con su vuelo más largo en Chile, en la zona norte, siendo de 260 kilómetros. Fueron ocho horas de vuelo.
En Maitencillo, su centro de operaciones, ‘bicho’ se dio un tiempo para atender a BioBioChile y contar cómo ha sido su vida en medio de esta pandemia y sus planes a futuro con miras a Europa.
Hola Víctor, antes de comenzar, ¿Cómo estás? ¿Cómo lo has pasado en medio de la pandemia?
Este año ha sido totalmente distinto respecto a la distribución de mi calendario. Con el tema del coronavirus las fronteras se cerraron en muchas partes del mundo. Mi calendario consiste en viajar cada año en abril a Europa y este año no pude hacerlo y me quedé en Chile.
¿Y qué ha pasado los entrenamientos?
Para poder entrenar al 100% requiero moverme donde está la temporada de verano. No he podido entrenar como se debe. Honestamente ha sido una desventaja. Hay que ver como se manejan las cosas en tiempos difíciles.
He tratado de volar lo que más pueda, invierno es la peor época del año para volar en parapente. Pero tengo la suerte de vivir en lugar donde nunca hubo cuarentena ni se puso algún tipo de restricción y he podido volar.
¿En Maitencillo?
Si, tengo la pista prácticamente en el patio de mi casa así que puedo volar siempre cuando haya viento.
Comencé a practicar cuando tenía 3 años
¿Cómo comenzó tu amor por este deporte?
Esto se dio desde que comencé a tener memoria, mi papá vuela en parapente y él me introdujo a esto y comencé a practicar cuando tenía 3 años.
¿En qué momento se volvió competitivo para ti?
Recién cuando tenía 19 años. Ahí fue que viajé a competir y fue el momento en que decidí que podía hacer de esto mi vida.
¿Vives de esto? ¿Tienes otra actividad?
Mi vida está en el parapente, de ahí viene todo.
En 2017 lograste el título mundial en modalidad “synchro”, ¿es el logro más importante de tu carrera?
Es un logro importante pero no lo considero el más relevante, no por ahora, porque sé que podré obtener el título mundial individual. Cada año es el objetivo, siempre viene más cerca.
Entonces, dejando de lado el título mundial, ¿Cuál ha sido tu mayor logro?
El mayor logro ha sido para mí el poder lograr vivir de mi pasión, y de forma muy tranquila, bien. Tranquilo, disfrutando, junto con esos títulos de competencia.
“Volar en medio del eclipse en el 2019 fue mágico. Simplemente increíble”
El 2019 sorprendiste con un vuelo en medio del eclipse solar en la región de Coquimbo, ¿Cómo se gestó esa idea? ¿Cuáles fueron tus emociones?
Sin duda, un eclipse que no pasará en 200 años más. Estábamos en una reunión y de ahí surgió que ese año se presentaba el eclipse, y no podíamos desperdiciar esa oportunidad. Fuimos cinco días al Valle del Elqui y estuvimos practicando el tiro de cámara, ajustando la distancia, eso fue lo más difícil, el hacer coincidir que yo pase entre medio de la cámara y el sol.
¿Cuáles fueron tus emociones en el momento?
Estaba muy concentrado en poder pasar entre la cámara y el sol, pero una vez en que queda eclipse total, fue algo medio siniestro y muy lindo, demasiado bacán ver como la luz se atenuaba y la temperatura cambiaba de un momento a otro. Fue mágico.
Para mí lo considero una experiencia bastante bonita, verlo desde otra perspectiva, en un parapente, no vas encerrado dentro de una cabina, acá estás en contacto con todo, es simplemente increíble.
¿Otros pilotos han hecho algo similar?
Dentro de los pilotos que están en el circuito, la mayoría está enfocado en la competencia, pero como estoy en Red Bull, tengo la suerte de que siempre está la iniciativa de hacer cosas distintas, aparte del tema competitivo surgen estas ideas.
“Me caso en noviembre y nos iremos a vivir a Austria”
¿Es difícil ser deportista en Chile?
No es el lugar más fácil, pero creo que los tiempos han cambiado y de a poco se puede ver un poco más de facilidades. En comparación a otros lugares es un tanto difícil, sobre todo en la escena del parapente, que no está desarrollado en Chile.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Mis objetivos a corto y a largo plazo son viajar a Europa, me voy a casar en noviembre con mi novia que es de República Checa y nos iremos a vivir a Austria. Ahí es el lugar idílico, estoy súper contento y se vienen cosas buenas con la estadía allá.
¿Tienes algún referente o ídolo en el deporte?
La verdad no, no soy mucho de tener ídolos o referentes, me fijo mucho en los deportistas que hacen disciplinas parecidas o iguales a la mía, pero no soy muy aficionado a otros deportes, para mi mí mundo es el parapente o cosas parecidas.
Con la pandemia, ¿Tienes alguna anécdota que te haya pasado?
La verdad, vivimos en una fantasía aquí, me pongo en el lugar de las personas que han tenido que estar encerradas y estoy agradecido de que acá no haya pasado eso.
Lo más anecdótico que pasó es que acá continuamos con la vida normal, en mayo estábamos volando en la playa, saltando en paracaídas sin ningún problema.
¿Cuál es el impulso o qué es lo que motiva a practicar este deporte?
Para mí es la sensación de libertad, la buena vibra que te entrega y las posibilidades que tienes, ya sea vuelos de acrobacia o de distancia. Lo hago con pasión y con amor, trato de ser disciplinado y eso da frutos. Cuando lo haces bien te motivas más a seguir avanzando. Para mí es eso, lo lindo de este deporte es lo que me motiva a seguir dándole.