El esprínter neerlandés Fabio Jakobsen, víctima de una escalofriante caída en la llegada de la 1ª etapa de la Vuelta a Polonia el 5 de agosto, está a día de hoy fuera de peligro pero debe afrontar una convalecencia de varios meses, según su equipo.

“Ellos (los médicos) le retiraron 130 puntos de sutura de la cara. Solo tiene un diente, su paladar todavía no está curado y una de sus cuerdas vocales sigue paralizada. Todavía no sabe respirar correctamente”, explicó en un comunicado Patrick Lefevere, director de su equipo Deceuninck-Quick Stepo, que le visitó en el hospital. Y como muchos temían, el informe médico es duro.

“Está en un estado peor que Remco Evenepoel (quien se cayó hace diez días en el Giro de Lombardía). Las fracturas de Remco deberían curarse en seis semanas según los médicos pero para Fabio Jakobsen hablamos de una convalecencia de varios meses”, declaró.

El ciclista de 23 años, vigente campeón de Países Bajos, fue empujado por su compatriota Dylan Groenewegen (Jumbo) en un esprint a toda velocidad en un falso llano en descenso, y salió disparado por encima de las barreras de seguridad.

Recordemos que hace unos días el ciclista rompió el silencio y agradeció estar vivo.

“Estoy muy agradecido de estar vivo. Puedo mirar lentamente al futuro y lucharé por recuperarme”, dijo.

“Los médicos y enfermeras en Katowice me salvaron la vida y les estoy agradecido. Fui operado durante cinco horas y eso me dio una oportunidad de seguir vivo. Fue un momento difícil para mí en cuidados intensivos porque tenía miedo de no sobrevivir”, cerró.