Bárbara Hernández, la mejor nadadora de aguas gélidas del mundo, está de brazos cruzados pues no ha recibido la autorización especial para entrenar en zonas de cuarentena, pese a que próximamente tiene un maratón de Nueva York. No se ha metido al agua en seis meses, pero frente a todo pronóstico se arriesgará e irá a competir con solo lo entrenado en casa.

Esta competencia se desarrollará en la isla de Manhattan y consta de 47 kilómetros. Ningún chileno ha nadado ahí, por lo que este desafío ya tiene un tinte histórico para el deporte chileno.

En conversación con BioBioChile, la ‘sirena de hielo’ entregó sus impresiones y relató lo difícil que fue haberse enterado que no figuraba en la lista de deportistas autorizados a entrenar.

Buenas tardes Bárbara, ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te tomaste la noticia?

Una parte de mí igual esperaba, teniendo apoyo del Ministerio del Deporte, línea de financiamiento, no es grande, no vivo de la natación. Teniendo un calendario vigente, en Europa ya comenzaron a competir, pensé que me iban a considerar. Más encima me dieron el año pasado el Premio Nacional de Deporte en categoría no olímpico. Sentía que tenía el reconocimiento de las autoridades

¿Te molestó no haber sido considerada en este primer llamado?

Resignación, no me enojé, pero me puse triste. Qué más tengo que hacer como para que me consideren nadadora en Chile, sabiendo que mi disciplina no es olímpica. Pero soy campeona del mundo, nunca una chilena había competido en Siberia a 0 grados -23, fui la primera chilena en nadar el Canal de la Mancha, Catalina, Gibraltar.

¿El Mindep estaba al tanto de tu competencia?

Si saben el calendario, estábamos al tanto. Estoy haciendo historia y a puro pulso. Ahora me voy a ir a nadar Manhattan, yo creo que ningún nadador en el mundo está dispuesto a nadar 47 kilómetros sin haberse metido al agua en seis meses.

No te metes al agua en seis meses e irás a competir a Estados Unidos ¿Tú salud corre riesgo? ¿Hay situaciones en contra de por medio?

Es un riesgo, difícil. Ese temor pero confianza en la preparación que hemos hecho, que no es lo mismo, aunque tuviera 5 semanas en piscina eso me sirve un montón. No sé que va a pasar, si en la siguiente ronda de deportistas me van a considerar o tendré que seguir rogando. Entiendo todas las restricciones, pero pensé que era importante para las autoridades.

Es un cruce peligroso, el año pasado murió un nadador y lo encontraron una semana después. Hay corrientes fuertes y oleajes. Hay riesgo de lesiones fuertes, será una maratón de 10 horas. Mi propósito es terminarla más allá del tiempo.

¿Cómo lo haces para sobrellevar esta crisis sanitaria? Eres psicóloga, pero estás dedicándote de lleno a tu deportes.

Dificilísimo, soy psicóloga, fui directora de deportes en Recoleta, siempre he trabajado. Perdí todas las charlas que hacía a empresas, cero posibilidad de encontrar pega en estas condiciones, mi pololo quedó cesante. Mis papás tienen negocio en Patronato y todos estos meses sin poder trabajar, mi tata enfermo. Entregué el departamento, vendí lo que se pudo, nos vinimos a la casa de mis papás e hicimos el aguante todos juntos.

Mi línea de financiamiento son 15 millones al año son solo para carreras, pero del ministerio fueron súper conscientes, me llamaron y me dieron como 600 mil pesos por 3 meses, para costear el entrenamiento en seco.

Enviaste una carta al Ministerio del Deporte buscando un permiso para poder entrenar

Me contestaron, que se regían por el tema de los protocolos, espero que se acuerden de mí. La esperanza es lo último que se pierde, pero me dolió un montón.

Pese a todas estas dificultades, aún sigues dando la pelea ¿Por qué lo sigues haciendo?

Es mi pasión, mi sueño, y va más allá de las autoridades, es demostrar a través de la natación que los imposibles no existen, y lo demuestro nadando en el hielo.