Isidora Letelier (21 años) y Nicol Salvo (23) son dos deportistas nacionales que se encuentran luchando en la llamada ‘primera línea’ sanitaria contra el coronavirus.

Isidora es nadadora artística y Nicol es basquetbolista, seleccionada nacional adulta. Ambas cursan tercer y quinto año de enfermería, pero la emergencia ha hecho que deban saltarse pasos en sus carreras para poder ponerse a disposición del servicio de salud.

“Todo esto ha sido un desafío, pero estoy tranquila. En lo deportivo me gustaría estar entrenando y no perder mi condición física, pero las entrenadoras nos han ayudado a entrenar en casa. En cuanto a la carrera de enfermería, tuvimos que aplazar las prácticas para el segundo semestre, entonces tenemos puros ramos teóricos. Pero hace unas tres semanas se me dio la posibilidad de trabajar de ayudante de Tens (técnicos en enfermería) en la Clínica Universidad de los Andes, así que estoy ayudando part-time, porque necesitan mucha gente. Muchas tens se han contagiado, entonces no pueden ir. Se necesita mucha ayuda”, partió diciendo Isidora en conversación con La Tercera.

La nadadora cursa el tercer año de enfermería en la Universidad Católica, y aceptó ayudar en lo que le asignen.

“La universidad ha dado varias posibilidades de ayudar, pero a gente de quinto año, pero un familiar trabaja en la clínica y me avisó que estaban viendo las posibilidades de contratar ayudantes. Le dije que iba feliz. Nos estamos turnando con varias compañeras”, comentó.

Sin embargo, su poca experiencia y la no remuneración no es un impedimento para que asuma mayores responsabilidades debido a la emergencia.

“El otro día me tocó hacer turno de día y la jefa me preguntó si me podía quedar, entonces hice turno de 24 horas. Desde las ocho de la mañana a ocho de la mañana, agregó.

“La clínica está llena de casos con Covid-19, han tenido que contratar más gente, abrieron más camas, enfermeras se han contagiado y no pueden ir, y por eso ha sido la ayuda más que nada. Aunque obviamente hay riesgo, porque estamos dentro de una burbuja de Covid-19, siempre andamos con nuestras pecheras, máscara, mascarilla, guantes, nos sacamos los elementos cuando salimos y cuando entramos usamos cosas nuevas”, añadió.

Por otro lado Nicol, que cursa quinto año de enfermería, trabaja en una residencia sanitaria en Iquique, donde atiende a más de 40 pacientes contagiados con Covid-19.

“Me sentía desesperada en la casa sin poder ayudar. Me sentía inútil. Sentí ese llamado de vocación, como un instinto”, confesó la seleccionada de básquetbol.

“Hay niños de un año que están contagiados. Es chocante. El otro extremo es ver adultos mayores. Hay personas de 18 años… de todas las edades”, lamentó.

Cuando tiene días libres, Nicol se enfoca en su otra pasión: el básquetbol.

“Hace unas semanas empecé un curso de minibásquet y también un curso de estadísticas de la Federación de Básquetbol, porque además de jugar y ser entrenadora de niños sub 15 y sub 17, hago planillas en la mesa de control de los partidos”, cerró.