La pasada semana, justo antes de que comenzaran a suspenderse prácticamente todos los eventos deportivos, hubo un grupo de chilenos que brilló en Estados Unidos.
Hablamos específicamente del Team Chile de surf paralímpico, que compitió desde el 11 al 14 de Marzo en el Mundial de la especialidad en San Diego, California.
El representativo nacional luchó de igual a igual con cada uno de sus rivales. En total, 133 competidores de 22 distintos países participaron de esta fiesta.
En lo netamente deportivo, hay que destacar especialmente las dos medallas conseguidas por el equipo chileno: el bronce de Catalina Castro y la plata de Noemí Álvarez.
En conversación con el portal chileno especializado BuscaOlas, que llegó a suelo estadounidense, Castro expresó que pudo tener un mejor resultado, pero que “el no adaptarme mejor a la ola, me jugó en contra, pero para el próximo año pretendo prepararme mejor y estudiar más la playa”.
Por otro lado, Álvarez sentenció que “tengo que seguir entrenando todo los ámbitos del surf como la tabla, lo psicológico, lo táctico y la estrategia, no solo lo físico”.
A las dos preseas logradas hay que sumar las buenas actuaciones de Claudio Morales y Altair Olivares, ambos semifinalistas en la cita planetaria.
Morales, surfista que quedó en una silla de rueda después de un accidente, sostuvo que “conozco mucha gente con problemas o discapacidad que tienen una energía baja o negativa, en cambio uno viene acá a este campeonato y se rodea con gente que disfruta al máximo la vida, dejando al lado su discapacidad”.
Uno de los más felices con la participación chilena fue el seleccionador Ignacio Vargas. “El surf adaptado o para surfing de alto rendimiento, no es solo un responsabilidad social en el sentido que todas las personas deben tener la posibilidad de hacer surf, sin importar la discapacidad, además entrega disciplina, perseverancia y capacidad de autocrítica”, resaltó.
