La ciudad de Tokio se plegó finalmente este viernes de mala gana a la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de trasladar el maratón y la marcha al norte de Japón en los Juegos Olímpicos 2020 para evitar los fuertes calores.

“No podemos estar de acuerdo con el COI, pero no bloquearemos esta decisión”, dijo la gobernadora de la capital japonesa, Yuriko Koike, al término de una reunión con altos cargos olímpicos y los organizadores de los Juegos.

“En otras palabras, es una decisión sin acuerdo”, añadió.

El COI decidió celebrar estas pruebas en Sapporo, en la isla de Hokkaido, en el norte de Japón, donde las temperaturas estivales son más moderadas que en Tokio, para proteger la salud de los corredores.

El COI tomó la decisión el mes pasado después de los Mundiales de atletismo de Doha, en los cuales decenas de atletas agotados por el calor tuvieron que recibir asistencia médica, en unas condiciones climáticas similares a las que podrían encontrar en Tokio el próximo verano boreal.

La última palabra

Muchos atletas también sufrieron por el calor durante los tests celebrados en Tokio este verano, en condiciones de temperaturas muy elevadas junto con una humedad muy alta. Un cóctel terrible para las personas que realizan esfuerzos físicos o se encuentran débiles.

Los organizadores japoneses de los Juegos Olímpicos se mostraron disgustados con la decisión del COI, porque consideran que el maratón es una prueba estelar.

Como tiene lugar fuera del estadio, lo consideraban una oportunidad de lucir la capital japonesa ante las cámaras de todo el mundo.

De todos modos el COI tuvo la última palabra.

“Creo que ahora está claro que tenemos una aceptación de esta propuesta”, estimó el viernes John Coates, presidente de la coordinación de los Juegos Olímpicos 2020, al final de una reunión con todas las partes.

Coates precisó que el COI se había comprometido con el gobierno de la ciudad de Tokio y con los organizadores de los Juegos para que ningún evento fuese trasladado.

Consuelos

Asimismo, Coates prometió que Tokio no cubriría los gastos del traslado de ambas pruebas y afirmó que examinaría los gastos ya realizados por la capital para prepararlas.

Koike insistió, por su parte, en que “la mejor idea” habría sido organizar la maratón en Tokio, y aludió a la decepción de los tokiotas “que trabajaron duro para preparar el evento”.

Señaló asimismo ante la prensa que numeras personas habían reservado plazas en los bares o incluso adquirido alojamientos con vistas al recorrido.

La ciudad de Tokio emprendió considerables inversiones para reducir los efectos del calor de sus veranos, en especial cubrir el recorrido del maratón de un material especial.

Las autoridades de Tokio estiman que el coste del traslado podría ascender a cerca de 270 millones de euros (300 millones de dólares).

La hora de salida del maratón había sido avanzada al alba, y los medios se hicieron eco de la intención de Koike de proponer su adelanto a las 03h00.

Pero esta solución fue descartada por Coates por los problemas de transporte y por la dificultad de retransmitir la prueba en horario nocturno.

Sin embargo, se propuso organizar en Tokio la ceremonia de entrega de medallas de ambas pruebas.

También se consideran otros premios de consolación, como la organización de un maratón festivo tras los Juegos en el recorrido previsto inicialmente.

Según los organizadores, el maratón paralímpico se mantiene el 6 de septiembre de 2020 en Tokio.