Con 84 años, Eliana Busch se ha transformado en una verdadera referente de la natación en el país. A lo largo de su dilatada trayectoria, los éxitos y medallas la avalan, aunque más allá de todos estos logros existe una razón más importante por la que ella se mantiene activa: motivar a la tercera edad a hacer deporte.

Ligada al nado desde los 13 años, fue campeona nacional, viajó por varias partes del mundo y después se dedicó a la equitación, donde también logró destacar. En los últimos años volvió al agua y los resultados han sido más que positivos.

Prueba de ello fue su última participación en el Mundial de Natación Máster realizado en Corea del Sur, donde logró colgarse cuatro medallas (una de oro y tres de plata).

Sin embargo, los entrenamientos deben seguir y a pesar de las dificultades que revela tener para encontrar un lugar adecuado donde practicar, mantiene la vitalidad y reconoce ‘sentirse mejor que nunca’.

En conversación con BioBioChile, Eliana repasó lo que ha sido este ‘renacer’ en su carrera deportiva, los desafíos que se avecinan y entregó su opinión con respecto al apoyo que reciben los deportistas del país. A su parecer ‘hemos avanzando en materia de deportes pero aún tenemos que ponernos las pilas’.

“Debería haber más amabilidad con los deportistas que representamos al país”

Gwangju, Corea del Sur. Las nadadoras de la categoría master del Mundial de Natación se alistan al borde de la piscina. Meses de entrenamiento se resumen a estos segundos previos por lo que la tensión se puede sentir en el aire. El silencio se rompe cuando una nadadora se lanza antes que el resto del grupo y suena el llamado del juez.

Se trata de Eliana, que tuvo una partida en falso y perdió la oportunidad de colgarse una nueva medalla, ya que se trataba de una prueba donde llegaba con una diferencia de tiempo respecto a sus rivales superior a un minuto.

Por lo mismo, a su llegada al país señaló que no se sentía satisfecha y que pudo haber hecho más, pese a obtener un record sudamericano y subirse al podio cuatro veces.

“Esa prueba, modestamente, la tenía en el bolsillo. Tenía una diferencia de un minuto, prácticamente me ‘acogote’ yo sola. En el momento lloré de rabia por tonta pero después me sobrepuse y pude seguir ganando competencias”, recordó.

Y la cosecha total se resumió en oro en los 50 metros libres y plata en la prueba de 800, 100 y 400 metros libres. Esto se suma a lo logrado en el Mundial de Budapest en 2017, donde logró bronce en las pruebas de 200 metros combinados y 400 metros libres.

Esta cosecha ilusiona pensando en futuras competencias ya que esta ocasión confluyeron varios factores para que su rendimiento no fuera del cien por ciento: el largo viaje que significó llegar a Corea del Sur y la preparación, ya que en Viña del Mar ‘no existen piscinas olímpicas adecuadas’.

Esto último se ha transformado en una de sus principales preocupaciones. Con una pensión que ella califica de ‘modesta’ y un trabajo que mantener, ya que hace clases de natación a la tercera edad por la Municipalidad de Viña del Mar, el tiempo se hace poco para entrenar en el agua.

“En Viña no se me hace tan fácil entrenar, hay una en la Escuela Naval donde cobran entrada y yo no puedo pagar cada vez que tengo que ir a entrenar. También fui a una universidad que queda cerca de donde vivo a ver si me podían prestar la piscina en algunas ocasiones pero se negaron rotundamente”, señala.

“Hay ciertas instituciones que tienen una falta de generosidad enorme, podrían tener la ‘mano más abierta’. Deberían tener un poquito más de amabilidad con los deportistas que vamos y representamos al país”, recalca.

Por lo mismo, destaca que una piscina olímpica en Viña del Mar sería un ‘negocio redondo’. Todo esto después de su experiencia vivida en Budapest, donde fueron más de 12700 nadadores de todas partes del mundo.

“Se harían campeonatos internacionales donde vienen nadadores, entrenadores y la familia. Justamente uno de los problemas de Viña del Mar es que no tienen con que llenar los hoteles en invierno. Hasta la Federación de Natación podría juntar recursos para esas fechas”, explica.

Y sobre este mismo punto, lamenta que no se tome en cuenta la opinión de gente ligada a la natación : “Nunca jamás ningún director de obrar de alguna municipalidad ha llamado a la Federación de Natación para preguntar qué es lo que se podría hacer para mejorar, a mí tampoco me han llamado y he visto las metidas de patas más grandes que te puedes imaginar”.

Cedida
Cedida

Su afán y ganas de aportar la han llevado a ser una verdadera vocera de la tercera edad en cuanto a la práctica deportiva.

Clara muestra de ello fue la reunión que sostuvo con la diputada Erika Olivera para repasar los puntos que se deben mejorar en el deporte, siendo lo más urgente la ‘abandonada’ situación en que se encuentran los adultos mayores.

Elliana lo expone del siguiente modo: “hay gente que cree que a uno le pagan pero yo no recibo ninguna plata, trabajo en la municipalidad y tengo una jubilación, es todo lo que recibo. Hay muchos deportistas que están en las mismas situaciones y hacen un esfuerzo gigantesco”.

En dicho sentido, lamenta que no se premie con dinero a deportistas senior que logran destacar a nivel internacional. “Para el gobierno no somos deportistas, nunca me han dado nada porque la ley nos deja de lado, eso se llama discriminación por que yo me tengo que entrenar para ir a representar al país”.

Sin embargo, el panorama no la amilana y adelanta sobre sus próximos desafíos que “en noviembre voy a un sudamericano en Paraguay, sé que me va a ir bien, estoy más que segura, después viene Chile donde se van a hacer los campeonatos panamericanos master.

Eliana, después de tantos años ¿Te sientes satisfecha con la carrera que has tenido?

Satisfecha no estoy, yo debería hacer mejores marcas y tener un entrenador, a alguien que me rete y obligue. Eso me tiene descontenta, tengo que aprovechar el último tiempo que me queda. Sería mi felicidad total que hubiera un técnico que me controle y exija por lo menos una hora al día, esa sería mi gran meta.

“Independiente de la opción de una medalla, tiene que ver con representar a una generación”

En la larga travesía que tuvo Eliana en Corea del Sur, Mario Fuentes Escala fue uno de sus principales pilares. Se trata de una especie de ‘head coach’ que le brinda apoyo emocional y consejos.

Mario se dedica a temas de Liderazgo y Desarollo profesional y recalca que ‘la vida me dio la oportunidad de aplicar todos mis conocimientos con mi abuela’, de quien destaca sus ganas de ser un aporte y contribuir a una mejor sociedad.

En esta relación ,que ambos reconocen se ha dado de forma espontánea, lo que más resalta es que son abuela y nieto. Mario reconoce que existen momentos malos y buenos pero a la larga, la experiencia les ha otorgado grandes aprendizajes.

Mario ¿Cómo evalúas el paso que tuvieron por el Mundial en Corea del Sur?

Fue un viaje potente en todos sentido porque tuvo algunos percances donde las emociones afloran y la decepción en el momento es súper fuerte. Fue un viaje placentero en términos de éxito pero no exento de desafíos en términos emocionales, de cómo sobreponerse a ciertas frustraciones

En Corea, su partida falsa donde por tiempo tenía un oro asegurado fue un aprendizaje súper potente porque ella iba bastante clara que tenía opción de podio, se frustró pero ella está ahí por algo mucho más potente que la medalla y cuando empezó a recordarlo todo fue mejorando.

Entendiendo que no eres el entrenador ¿Cuál es el trabajo que realizas con Eliana?

En estricto rigor yo soy su head coach, le presto soporte psicológico. Siempre he sido bastante cercano a ella, no hemos estado exentos de diferencias y eso ha enriquecido nuestra relación.

Se trata de desempolvar su pasado, como eso que ella fue en su juventud lo podemos encender nuevamente en esta etapa de la vida. Esta relación se fue forjando de manera espontánea y he podido aportarle en este periodo de vida donde ‘renace’ para poder apalancar desde la parte psicológica sus propósitos, sus ganas de ser referente y de aportar.

Tu abuela se ha erguido como toda una referente de la tercera edad ¿Cómo se explica este ‘fenómeno’?

Mi abuela se ha ganado el cariño porque ha sido capaz de transmitir sus propósitos de manera genuina y en eso hemos trabajado. Independiente de que exista la opción de una medalla tiene que ver con representar a una generación y de compartir sus dones. Ella trabaja en una Municipalidad y se relaciona con mucha gente, se ha generado algo muy interesante no solo en términos deportivos, emergió de forma natural porque la gente agradece el esfuerzo que hace.

Mario Fuentes Escala
Mario Fuentes Escala