Más de 4000 competencias ganadas solo en Estados Unidos, triunfador de la carrera más prestigiosa del medio norteamericano, hijo ilustre de Nueva York, con un puesto de privilegio en el salón de la fama de la hípica de Estados Unidos y varios millones de dólares en ganancias.

Es José Santos León, el mejor ‘jockey’ chileno de toda la historia y uno de los deportistas nacionales más destacados a nivel internacional, solo comparable en su tiempo con el también exnúmero 1 en su disciplina, Marcelo ‘Chino’ Ríos.

El pequeño gigante (mide 1,58) cumplirá este viernes 58 años de edad. Asentado en Miami desde hace un tiempo, este extraordinario jinete, que está entre los deportistas chilenos que más dinero ha generado en la historia, habló con BioBioChile para recordar el difícil camino que lo llevó a ser la persona y profesional que es hoy.

El penquista, que se fue de Chile hace más de 40 años, debió luchar para llegar a ser el mejor de la historia de Chile. Con su marcado acento mexicano, por el largo tiempo fuera del país, recuerda desde el principio, cuando vivía a un costado del Club Hípico de Concepción.

Archivo | Heather Hall | Agence France Presse
Archivo | Heather Hall | Agence France Presse

¿Cómo se inició en la hípica?

“Mi padre fue jinete, después preparador (de caballos), empleado, las hizo todas en la hípica en Concepción. Ya a muy corta edad empecé a trabajar con los caballos, como a los 8 o 9 años. Vivía en el paradero 20 que le llamaban anteriormente, ahí en Medio Camino, en Concepción.”

¿Cuándo debutó?

“El 24 de octubre de 1976, tenía 15 años. Nos dieron permiso para correr bajo la supervisión de un presidente que había en el Club Hípico de Concepción. En Chile duré como un año y dos meses y después me fui a Colombia, como en noviembre de 1977. Había un contacto: Roberto Cáceres Manzanares. Ese señor nos ayudó a conseguir el contrato en Colombia, y con 16 años me fui solo, con dos jinetes más: Antonio Mella y Orlando Sánchez.”

¿Cómo le fue en Colombia, cuánto tiempo estuvo?

“En Colombia estuve seis años. Fue una bonita experiencia porque aprendí lo que era la vida: la parte buena y la mala.

Archivo | Jeff Haynes | Agence France Presse
Archivo | Jeff Haynes | Agence France Presse

¿Cómo es eso?

“Mi padre siempre fue un tipo muy estricto, y llegando a Colombia ya empecé a bailar, a tomar trago, después drogas y fue un poquito delicada mi vida allá. Tenía condiciones para mostrarme como jinete, pero me gustaba andar haciendo otras cosas por ahí. Gracias a Dios el 3 de enero de 1984 nunca más consumí drogas.

¿Cómo logró enfocarse en el deporte?

“Teniendo 22 años ya me di cuenta solo. Toque lo más bajo que se puede tocar y llegué a la realidad. Gracias a Dios que me dio la fuerza y seguí hacia adelante. Cuando dije no más, nunca más mire hacia atrás.”

Después llegó a Estados Unidos…

“Llegué gracias a mi primera exesposa. Ella es colombiana y vivía en Estados Unidos. En ese tiempo fue a ver a sus hermanos a Colombia y nos gustamos. Nos seguimos comunicando por teléfono y le dije que tenía ganas de irme a Estados Unidos. Ella me dijo ‘yo te ayudo, mis hermanos son jockeys’ y así llegué a Miami.”

El pequeño gigante toca el cielo con las manos

¿Cómo llegó a competir en el primer nivel?

“Uno de los hermanos de mi exesposa era jinete de primer nivel, Marcos Castañeda. Al principio fue bien duro, empezando por la barrera más grande que en ese tiempo (1984) eran todos americanos acá (Miami) , no había tantos latinos como ahora, entonces todos hablaban solamente inglés. Ya después de eso, con trabajo y esfuerzo se fueron abriendo puertas de a poco. Al principio me comunicaba con un traductor y gracias a mi esposa, que estudió aquí y me ayudaba. En mi opinión no hay otro país como los Estados Unidos para la hípica.”

José Santos recuerda con claridad que el 3 de enero de 1984 fue el día que llegó a Estados Unidos. Como si supiera que ahí iba a ser donde iba a marcar su nombre con letras doradas en la historia de la hípica norteamericana.

Junto con dejar las drogas y las malas juntas de Colombia, el jinete comenzó a ver los resultados de sus esfuerzos. A fines de los años 80, el chileno ya estaba rompiendo récords en pistas estadounidenses.

La prensa neoyorquina lo nombró “Rey de Nueva York”, las autoridades de la ciudad lo declararon hijo ilustre, y fue incluido por una revista entre los 10 deportistas que ganaban más dinero en el mundo, junto a atletas como Mike Tyson o Steffi Graf.

Pero su mejor momento lo vivió empezando el nuevo milenio. Entre sus millares de carreras ganadas, Santos tiene claro su mejor recuerdo. “Definitivamente fue el ‘Kentucky Derby’, que es la carrera más prestigiosa de Estados Unidos” se emociona todavía el ‘jockey’.

Y era que no, es que en 2003 José Santos estuvo a punto de lograr la histórica triple corona de las carreras en Estados Unidos. Junto al caballo “Funny Cide”, el chileno ganó el ‘Kentucky Derby’ y el ‘Preakness Stake’, pero llegó en el tercer puesto en el ‘Belmont Stakes’, carrera que ya había ganado en 1999, pero que no pudo repetir en 2003. De cualquier manera, el nacional quedó en la historia de la hípica mundial.

Archivo | Jeff Haynes | Agence France Presse
Archivo | Jeff Haynes | Agence France Presse

Actualidad y su recuerdo de Chile

El penquista se retiró en 2007 tras una grave lesión en competencia que le impidió seguir en el mejor nivel. Además de los cuatro premios seguidos que recibió por ser el jinete más ganador en términos económicos en una temporada, y su inclusión en el Salón de la Fama en 2007, hay un galardón que destaca. Es el ‘George Woolf Memorial Jockey Award’, que le fue entregado en 1999, y que es otorgado por sus pares al jinete de mayor calidad humana y dedicación en las pistas.

Y esa calidad humana y sencillez es la que también hace destacar al humilde José Santos, que actualmente tiene una pequeña empresa de alimentos para caballos y trabaja como agente con el jinete chileno Héctor Berríos.

¿Después del retiro le ha tomado más peso a lo que logró?

“Lógicamente después del retiro le he tomado más peso a lo que he logrado, aunque antes también. Esta es una profesión con mucho peligro y sé que cuando las altas son muy altas y las bajas son bien bajas, en el sentido de que cuando estás ganando hay mucha felicidad, pero cuando estás perdiendo o accidentado es bastante difícil para un profesional. Tiene que ver mucho la sicología.”

¿Sigue la hípica nacional?

“Veo bastante carreras de la hípica nacional, veo que los criadores hacen mucho esfuerzo para mantener su caballada en mejor nivel, están comprando padrillos americanos, yeguas americanas que mejoran la calidad de caballo en Chile. Ha mejorado mucho.”

El mejor jinete de la historia viene poco a su país natal, pese a que conserva a casi toda su ascendencia en Concepción. La última vez que vino fue en junio del 2018, y antes de eso la última vez había sido en 2007, cuando fue homenajeado en el clásico ‘El Ensayo’, además de ser galardonado con la ‘medalla al mérito deportivo’. Parlamentarios y la entonces presidenta Michelle Bachelet también se rindieron ante la figura del excelso deportista.

Don José, ¿Cuál es la clave del éxito?

“El talento es necesario, pero el sacrificio, el trabajo y actuar correctamente también. Y las drogas, olvídate, no te van a llevar a ningún lado. También hay que tener mucha suerte en la vida. A los muchachos jóvenes les aconsejo que sigan trabajando duro, que uno nunca sabe quién lo está mirando o qué le va a traer el destino. Quizás montan un caballo bueno y surgen, esa es la suerte que se necesita.”

Archivo | Tannen Maury | Agence France Presse
Archivo | Tannen Maury | Agence France Presse