El mariscal de campo Tom Brady lideró a los Patriots al Super Bowl 53, al derrotar 37-31 a los Kansas City Chiefs en la prórroga y ahora se enfrentará en la última instancia de la NFL a unos Los Angeles Rams, que hicieron lo propio 26-23 ante los New Orleans Saints también en el tiempo extra.

Con esta victoria, Brady disputará su noveno Super Bowl y su tercero consecutivo, después de haber ganado el título en cinco ocasiones.

“Prórroga, en la carretera, contra un gran equipo… Ha sido un partido increíble, estoy cansado”, dijo el eufórico quarterback de los de Nueva Inglaterra tras su penúltima gesta.

Bajo un ambiente gélido, fuera de casa y ante el mejor equipo ofensivo de la liga, Brady gritó presente desde el comienzo, dando una ventaja de 14-0 a los suyos al descanso. 

Pero enfrente, los locales, liderados por su mariscal Patrick Mahomes, revirtieron la situación en un choque lleno de decisiones arbitrales controvertidas y, con un parcial de 24-14 en el último cuarto, llevaron el choque a la prórroga.

Allí, Brady no tuvo piedad y lideró el drive decisivo para la anotación de carrera de Rex Burkhead, que dejó sin opciones a los Chiefs y a Mahomes de poder contestar la jugada.

“Sin palabras”

Ahora, New England luchará por el título el 3 de febrero en Atlanta frente a Los Angeles Rams, que se habían deshecho unas horas antes de los Saints por 26-23 con un field goal en la prórroga.

Los angelinos fueron por detrás en el marcador a lo largo de todo el encuentro, pero lo igualaron con una anotación de tres puntos en los compases finales para forzar el tiempo extra y, ahí, el quarterback local Drew Brees fue interceptado y el kicker visitante Greg Zuerlein no erró un pateo de 57 yardas.

“Increíble. No encuentro las palabras”, dijo un emocionado Jared Goff, quarterback de los Rams, tras la contienda.

Los Saints, en un gran comienzo de su mariscal de campo, tomaron una rápida ventaja de 13-0 en el primer cuarto para el júbilo generalizado de los miles de aficionados que se dieron cita en el Superdome de Nueva Orleans.

Sin embargo, los Rams no bajaron los brazos y recortaron distancias de la mano de Goff, su joven quarterback de solo 24 años, que puso el marcador 13-10 al descanso.

Tras varios intercambios, Zuerlein anotó a falta de pocos segundos para el final para poner el 23-23 en el marcador y volvió a erigirse como héroe de los suyos en la prórroga con otra anotación muy lejana.

“Probablemente nunca nos recuperemos” de esta derrota, aseguró el técnico de los Saints, Sean Payton, tras quejarse por una polémica decisión arbitral al final del tiempo regular, donde los jueces obviaron una evidente interferencia defensiva.

Con la victoria, el técnico Sean McVay, de 32 años, se consolida como uno de los nombres propios de la NFL y será el entrenador más joven en dirigir a un equipo en el Super Bowl.