Las selecciones española e israelí de waterpolo femenino se vieron obligadas este martes a disputar un encuentro a puerta cerrada tras la amenaza de boicot y protestas de grupos propalestinos contra la celebración de este partido en España.

El grupo BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones) y un partido de izquierda radical habían llamado a boicotear y protestar contra la celebración de este encuentro de la Liga Mundial de Waterpolo Femenina previsto para esta tarde en Molins de Rei, cerca de Barcelona (noreste de España).

El sábado, el Club de Natación de Molins de Rei, que acogía el partido, anunció que los organizadores habían decidido cambiar la ubicación “por motivos logísticos y de seguridad” pero sin informar del nuevo emplazamiento.

No fue hasta este martes, pocas horas antes del partido, que la Federación Española de Natación anunció que el partido se disputaría a puerta cerrada en un centro para deportistas de alto rendimiento en Sant Cugat del Vallès, en la periferia de Barcelona.

“Queremos velar siempre por la seguridad de las competiciones internacionales (…) y que impere únicamente el espectáculo deportivo por encima de cualquier otra consideración”, señaló en un comunicado donde subrayan que la decisión fue tomada de común acuerdo con la delegación israelí.

Horas antes, el Comité Olímpico Israelí denunció “la discriminación” contra su delegación en una carta de su director ejecutivo Gilad Lustig para el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, a la que tuvo acceso la AFP.

“Creo que cuando un país organizador discrimina atletas de otro país por motivos de raza, religión, género u opinión política, este país pierde su derecho a acoger cualquier tipo de competición deportiva”, aseveró.