Francisca Rivas es un nombre conocido y reconocido dentro del deporte chileno. Y no es para menos, si la nacional se ha mantenido por largos años como la mejor exponente del voleibol playa de nuestro país.
El ‘voley’ es su pasión y toda vida se ha construido en torno ello. Es profesora de educación física y, además de estar dentro de las mejores jugadoras del continente, es la encargada de entrenar a quienes se postulan como su relevo seguro en un futuro.
Se encontró con lo que hoy es su gran pasión a los 19 años de edad. Su estatura y contextura física fueron los atributos que llamaron la atención de los entrenadores que se dedicaban a impartir la disciplina por ese entonces, quienes no dudaron en invitarla a participar.
Su edad pudo haber sido un impedimento para comenzar a practicar el deporte. No obstante, a ella le gustó tanto que no dudó en esforzarse al máximo para estar a la altura de lo que buscaban los estrategas. Y su decisión fue un acierto, ya que el pasar de los años se encargó de darle la razón a estos últimos. Prueba de ello son los resultados que ha conseguido en estos 11 años de trayectoria, entre los que destacan Juegos Bolivarianos, Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales.
“Tengo una medalla de plata en los Juegos Bolivarianos. Una en los Juegos Sudamericanos y otra en el Circuito Sudamericano del año 2013. Tengo también una medalla de bronce en los Juegos Sudamericanos en Perú y he participado dos veces en Panamericanos y tres veces en los Odesur”, partió señalando la voleibolista chilena en conversación con BiobioChile.
La gran mayoría de dichos resultados los consiguió junto a su compañera de vida, Pilar Mardones, de quien debió separarse hace algunos meses por cuestiones técnicas.
Este hecho fue, sin lugar a dudas, un duro golpe para Rivas, ya que debió dejar en el camino a quien considera un pilar fundamental dentro de su vida. “Ahora estoy con una dupla muy nueva, se llama Paula Vallejos y es de Arica. Nos cambiaron hace muy poco y solo llevamos dos torneos juntas”, comentó la chilena.
Agregando que “está con sentimientos encontrados por la decisión que se tomó, la que fue muy encima, nos estamos conociendo y lo estamos haciendo lo mejor posible”.
Y aparentemente van bien encaminadas, ya que en su participación en la undécima versión de los Juegos Suramericanos de Cochabamba 2018, ambas se quedaron con la tercera posición del Grupo B, desempeño más que meritorio para el Team Chile.
“Nos tocó un grupo bastante complicado, con Colombia y Venezuela al frente, y para nosotras fue un desafío gigante porque estábamos recién comenzando”, comentó, añandiendo que “sentíamos que íbamos con más volumen, con más entrenamiento en el cuerpo, pero no el suficiente para enfrentar un Odesur”.
Respecto a lo que se viene, la ‘Fran’ fue enfática en manifestar que junto a su nueva compañera ya dieron vuelta la página, y que de momento se encuentran concentradas para clasificar a los Panamericanos de Lima 2019.
“Ya estamos clasificadas, pero tenemos que continuar manteniendo esa clasificación porque Uruguay nos está casi pisando los talones. Nuestra primera meta es clasificar a los Panamericanos. De ahí en adelante iremos etapa por etapa”, manifestó la deportista.
Rivas asegura que tras esto le encantaría jugar un Mundial Adulto, pero que por ahora este se encuentra lejano debido a la falta de recursos e infraestructura que existe en nuestro país, tópicos que por cierto la llevaron a trasladarse hasta Brasil para continuar con su carrera.
“A mi carrera deportiva le hace falta jugar un Mundial, pero no uno universitario, sino que uno de Voleibol Playa Adulto. Los Juegos Olímpicos, por su parte, están muy lejano. Debo ser sincera.”. ¿La razón? Para clasificar a ellos se debe jugar el circuito mundial de la disciplina, el que no es posible por la falta de recursos que se destinan para la subsistencia de la disciplina en tierras chilenas.
“Hay dos opciones para cumplir ese sueño. Una es jugar el circuito planetario, para el que no tenemos plata, y la segunda es clasificar por equipos, pero para eso tendríamos que tener cuatro duplas muy buenas en Chile y, lamentablemente, no es el caso”, concluyó.
