Mientras algunos deportistas chilenos hacen historia en los Juegos Suramericanos de Cochabamba, hay otro deportista nacional que la rompió en otra parte del mundo.

El surfista Ramón Navarro se robó la película en las aguas de la Ocaenía y dominó una ola tubular que sería la más grande de la historia.

“No sé cuánto mide, deben ser más de 10 metos. El tamaño del tubo es gigante, imagínate las toneladas de agua que va acarreando. Es heavy. Fue una suerte haber estado ahí para agarrarla”, dijo el surfista de 39 años a LUN.

Sobre el momento en que entró a la ola, Navarro comentó que “ocupé el Tow-in, una disciplina diferente al surf, que no me gusta mucho. Hay un chofer que te empuja hacia la ola y tu te vas agarrando de una cuerda. Después uno se suelta y agarras la ola”.

Luego el oriundo de Pichilemu añadió que “fue bonito todo porque mi amigo de toda la vida Khol Christiansen fue quien me empujó y me hizo esperar durante dos horas para quedar en el lugar perfecto”.

Eso sí, esta obra no estuvo exenta del peligro y el surfista recalcó que “si te caes hay peligro de todo tipo, desde morir hasta… mejor ni pensarlo. El fondo es de arrecife, coral vivo y muy bajo”.

Por último Navarro describe su hazaña diciendo que “fue muy loco estar ahí, con surfistas tan buenos y que justo me toque a mí la mejor ola. Tuve una visión increíble de ese tuvo de agua. Era enorme”.

Lo logrado por Navarro fue tan grande que Kelly Slater, once veces campeón mundial de la especialidad escribió en su Instagram: “Lo que pasó hoy debería tener como un billón de testigos. Es como cuando el hombre llegó a la Luna. Mañana la gente dirá que no sucedió. No hay mejor ola en el mundo que la de Cloudbreak. Este día será recordado por siempre, es un honor estar en presencia de un océano haciendo esto”.

Revisa acá el increíble momento: