Esteban Bustos es de esos deportistas que practican disciplinas que no son muy conocidas por el cien por ciento de los chilenos, pero que ha sumado tantas alegrías que ya podría escribir su propio libro.
El nacional se dedica al pentatlón moderno, una competición deportiva en que los exponentes se miden en cinco pruebas: equitación, natación, tiro de precisión, esgrima y carrera a pie de campo. Cada una de estas le otorga un puntaje especifico al atleta, el que es sumado y medido al final del circuito para saber quién fue el gran ganador de la cita.
Pese a la dificultad que a simple vista puede tener esta disciplina, Bustos se enamoró de ella apenas se la presentaron. El responsable de mostrársela en un comienzo fue su hermano mayor y, desde ese día hasta la fecha, no ha hecho otra cosa más que sumar buenas nuevas.
“Yo partí practicando deporte a los seis años. Me inicié en la natación en el Club Vitacura. Nadé hasta los 11 años y como no me iba muy bien, el entrenador de mi hermano mayor que practicaba pentatlón moderno me presentó el deporte y yo me enamoré”, partió reconociendo Bustos en conversación con BioBioChile.
“Tenía muchas condiciones para correr, así como habilidades con la espada. Luego me fui metiendo cada vez más en lo que era el tiro de precisión y la equitación, que son deportes un poco más complicados”, añadió.
Fue todo un acierto, puesto que a partir de su interés en la disciplina, Bustos, que a los 14 años alcanzó su primera conquista, la que no hizo más que reafirmar que quería hacer de este deporte su lema vida.
“A los 14 alcancé mi primera conquista sudamericana. Gané una medalla en la categoría superior, lo que me hizo que me atreviera a practicar esto de una manera mucho más profesional”, recordó.
Con la ilusión en la mano, sus sueños rápidamente comenzaron a establecerse. Comenzó a trabajar más arduamente ya que no solo quería cumplir el deseo de todo deportista que es asistir a unos Juegos Olímpicos, sino que también vencer a su hermano, quien por ese entonces era el máximo exponente chileno de la disciplina.
“Mi hermano mayor, Cristián Bustos, era el mejor del país. Entonces yo comencé a practicar con todo para poder medirme ante él y poder clasificar así a los Juegos Olímpicos de Londres 2012”, agregó.
Lamentablemente no pudo completar su cometido, ya que se cortó “el Tendón de Aquiles y debí quedarme seis meses fueras de las competencias”. “Me costó mucho recuperarme, pero en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2010 fui el mejor sudamericano. Me colgué la medalla de bronce y lo mejor, alcancé el puntaje para clasificar a Londres 2012”, apuntó.
Tras este impasse, solo saldos positivos para el atleta que por estos días es llamado a ser el pasado, presente y futuro del pentatlón de nuestro país. Prueba de esto último es que en su currículum deportivo figura el puesto 18 de 36 en el Mundial de Londres 2012, así como las medallas de oro y bronce en los Juegos Odesur del año 2014.
En la actualidad, Esteban Bustos se encuentra mentalizado en lo que será su participación en los Juegos Sudamericanos que partirán este 26 de mayo en Cochabamba, Bolivia; así como en poder alcanzar una plaza para la cita de los anillos.
“Para esto nos preparamos con una Copa que se realizó en Estados Unidos recientemente. Yo me siento muy bien, muy contento y la meta en esta cita es obtener una medalla”, recalcó el nacional, enfatizando en que luego de este evento, sus fuerzas se redirigirán de llenó a los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
“En estos pretendo dejar la bandera nacional en un cetro y clasificarme a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, concluyó.
