El caso del japonés Kei Saito, primer positivo en los controles antidopaje en Pyeongchang 2018, devolvió este martes la sombra del dopaje a los Juegos Olímpicos, que comenzaban a dejar atrás el escándalo ruso, y dañó la imagen del país anfitrión de Tokio 2020.

En un primer momento fue la agencia japonesa Kyodo la que anunció su nombre. Después el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) confirmó los hechos.

Saito, patinador de velocidad especialista en pista corta, que celebrará en una semana su 22º cumpleaños, fue sorprendido por la Autoridad independiente de exámenes antidopaje (ITA), una nueva estructura dirigida por la antigua ministra francesa de Deportes, Valerie Fourneyron.

“Ninguno de los resultados durante los Juegos fue afectado”, precisó el TAS en su comunicado.

“Kei Saito llegó a Pyeongchang el 4 de febrero por la tarde y el control tuvo lugar la misma noche, sobre las 02:00 horas de la madrugada en la villa olímpica”, precisó Yasuo Saito, jefe de misión de la delegación japonesa y vicepresidente del Comité Olímpico japonés.

Las dos muestras A y B fueron analizadas “dando las dos positivo”, confirmó.

La acetazolamida es un producto diurético que se usa para inhibir los productos dopantes, y que está presente en la lista de sustancias prohibidas.

El deportista nipón, que declaró el 12 de febrero ante el TAS, aceptó ser “suspendido provisionalmente”, y ya abandonó la villa olímpica, según el TAS.

“Quiero luchar”

“Quiero pelear para demostrar mi inocencia”, declaró este martes en un comunicado el patinador japonés, agregando que “estoy muy sorprendido (…) nunca he tomado productos dopantes y nunca tuve intención de ocultarlos”.

“Ninguna sustancia prohibida me fue detectada durante el test al que me sometí el 29 de enero”, añadió Saito. “Así que es erróneo pensar que he podido tomar voluntariamente productos (…). La única posibilidad es que tomase inconscientemente una sustancia prohibida“, explica.

El patinador indicó asimismo que prefiere abandonar la villa olímpica y aceptar la sanción provisional para evitar causar “problemas a otros miembros del equipo que participan en los Juegos”.