El deporte ruso continúa en el ojo del huracán. Y es que luego que se conociera que en dicho país funcionaba un red de dopaje institucionalizado, se ha filtrado un sinnúmero de informaciones que tienen como principal responsable al ministerio del deporte.

Es más, lo más reciente que se conoció y que volvió a encender todo tipo de alarmas es la confesión que realizó Grigory Rodchenkov, exjefe de los laboratorios antidopaje de Rusia, sobre el Mundial de Fútbol que se desarrollará en dicha nación este año.

Y es que en una entrevista concedida con a Bryan Fogel, director del Daily Mail, Rodchenkov confesó que el país organizador de la cita planetaria planeaba hacer lo mismo que en los Juegos Olímpicos Invernales de Sochi 2014, pero esta vez con los futbolistas de su selección.

Es decir, y de acuerdo a lo indicado por el extrabajador, desde el ministerio se había dado la orden de intercambiar las muestras de orina para que así los jugadores de la selección pudieran consumir todo tipo de sustancias ilícitas, las que por cierto incrementarían su rendimiento, sin ser descubiertos.

“Lo que sé de Grigory es que la orden de Mutko era: “El fútbol debe estar limpio”, señaló Fogel, director del medio, quien aclaró que esto significaba que “nunca debían dar positivos en los reportes de fútbol, a pesar de que todos los futbolistas estaban en el programa de dopaje patrocinado por el estado”.

Cabe señalar que el escándalo de Sochi 2014 provocó que el Comité Olímpico Internacional suspendiera a Rusia y lo marginara de participar en Pyeongchang 2018, por lo que si esto último se llega a comprobar le acarreará nuevamente grandes problemas al país asiático.