A sus cortos 16 años, Luis Alberto Junior Cruzat sabe lo que quiere y día a día lucha por ello: ser campeón mundial de Boxeo. El oriundo de Fresia sabe lo que pesa su apellido en este país, y lo quiere valer cada vez que suba a un ring.
Más de 50 victorias y tres títulos nacionales son parte del registro que suma a su haber, hasta ahora. Pero Luis quiere más. Pretende extender su registro y volver a posicionar a Chile en lo alto de este deporte a nivel planetario.
Luis Cruzat se encontró con el boxeo a los ocho años. Su papá y su tío Carlos, el campeón mundial de peso crucero, fueron quienes vieron algo distinto en él y se encargaron de pulirlo.
“Mi padre y mi tío me han estado motivando siempre, ya que ellos desde pequeños que practicaron este deporte”, comentó Cruzat Junior a BioBioChile.
Practicó fútbol, básquetbol y atletismo como los otros tantos niños de su edad. No obstante, fueron los guantes y el ring los que le dieron sus primeras alegrías y lo hicieron sentirse vivo.
Fue así como con tan solo 9 años puso a prueba todo lo adquirido hasta ese momento. Un torneo de menores fue la instancia escogida para comprender que esto realmente lo llevaba en la sangre.
Y es que a Luis le bastó un certero golpe para derrotar en el primer round, y luego de un minuto y 30 segundos de batalla, a su primer oponente.
“Después de esas pelea me di cuenta que el boxeo me llenaba y que quería dedicarme solo a eso. Estar en el cuadrilátero es otra sensación. La adrenalina me atrapa y cuando cruzo las cuerdas me transformo, ahí soy otra persona”, añadió.
El pasar de los años se encargó de darle la razón a su papá -quien las hace de entrenador- y a su tío -quien apostó a ojos cerrados por este joven talento-. Y por fin, luego de varios torneos por aquí y por allá, llegó el momento de la verdad.
Un flaco que vale oro
Abril del año 2016 fue un mes decisivo para el joven deportista. Debió aprender a compatibilizar no solo su gran pasión con sus estudios, sino que también las idas y vueltas desde Fresia a Santiago.
Pese a esto, él sabía que todo este esfuerzo algún día daría una recompensa y así fue. Luego de una noche mágica en el Club México de Santiago, el púgil pudo abrazar su primer título nacional al vencer por nocaut a un exponente de Curicó.
Eso sí, este importante título no lo dejó allí. ‘Carlos Junior’ continuó preparándose, con más ganas que nunca, como a la espera de una oportunidad que lo terminara por convencer o proclamar de manera definitiva dentro del boxeo nacional.
Y efectivamente le apuntó. Este 2017 el sureño terminó por persuadir a todos aquellos que estaban un tanto dubitativos y que tal vez pensaban que solo tenía un apellido por lo que ser reconocido.
Luis e alzó nuevamente campeón nacional de la especialidad en la categoría 57 kilos y en Estados Unidos brilló con luz propia.
Si, como lo lee, en Estados Unidos. Tras sus buenas actuaciones, la familia del boxeador tomó la decisión de llevarlo a Norteamérica para que no solo se termine de perfilar con los mejores del planeta, sino que también para hacer las redes de contactos necesarias que le permitan hacer carrera en el país del norte.
“Cuando mi padre me dijo que íbamos a viajar a Las Vegas me sentí muy feliz porque desde que era niño que soñaba con esto, con entrenar en la cuna del boxeo, así que feliz”, recordó.
Nuevamente su odisea fue todo un acierto. El joven consiguió compartir con grandes figuras boxeriles del mundo, mejorar su técnica y lo más importante, alcanzar un título impensado para el deporte de nuestro país.
Lo anterior, dado que el cadete se quedó con la medalla de oro del Torneo “Futuras Estrellas del Boxeo”, competencia que se realiza todos los años en Las Vegas y que es organizado por el excampeón del mundo Roy Jones Jr.
En dicha instancia el chileno peleó en la categoría de las 125 libras y derrotó en un reñido combate al dueño de casa, Vince Avina, quien fue campeón del último torneo “Guantes de oro” en ese país.
“El apoyo de mi familia ha sido fundamental en todo esto, ya que ellos me han estado apoyando en momentos altos y bajos de mi carrera. Sin ellos nada de esto hubiese sido posible”, señaló el joven púgil.
Tras esto, retornó a Chile empoderado y más inspirado que nunca. Fue tanto lo que aprendió en Estados Unidos que su paso por los Juegos Sudamericanos de Santiago 2017 fue como un entrenamiento más.
Y si bien no logró conseguir la medalla de oro que era su objetivo para este torneo, Cruzat Junior le confirmó a toda la nación que está para grandes y que el Boxeo hará que este país vuelva a vibrar como lo hizo en sus mejores tiempos.
“Yo iba por la de oro pero por detalles no se pudo. Sin embargo, continuaré trabajando para lo que será mi retorno a Estados Unidos”, apuntó.
Pese a esto el fresiano no se desmotiva y ya comienza a pensar en lo que será tal vez será el desafío de su vida: los Juegos Olímpicos de 2020.
“Mi mayor es sueño es llegar a las Juegos Olímpicos de 2020 y luego salir campeón y debutar como profesional, ir a Estados Unidos y llegar a ser campeón del mundo”, concluyó.
