Problemas en el deporte. Días negros vive la pesista María Fernanda Valdés desde aquel sábado 29 de julio.

La chilena venía de entregarle dos medallas de oro a Chile y apenas llegó a nuestro país la sonrisa del rostro se le borró. Fue al hotel del Centro de Alto Rendimiento (CAR), donde había dejado su automóvil, y se encontró con una sorpresa: su auto tenía insultos escritos en los vidrios: “Baja de peso guatona culiá”, “chupalo” y “maraca”.

En conversación con La Tercera la deportista comentó que “al principio no le tomé importancia, pero al pasar” el rato me dio rabia. Me saco la cresta entrenando e intentando mejorar y esto me tira para abajo.

“Yo había dejado el auto justamente frente a una cámara, porque dentro de la Federación de Pesas (Fechipe) hay división. Yo sentía que algo podía pasar, pero jamás esto. Y, además, quien lo hizo es tonto, porque había una cámara”, complementó.

El misterio del rayado se resolvería luego. El martes 1 de agosto, Valdés recibió una llamada que la dejaría aún con mayor decepción. Era de un colega. “Me llamó Jorge Carinao, conocido pesista paralímpico, y me dijo: ‘Fui yo, deja de buscar en las cámaras’. Yo le respondí que era imposible, porque él, por su condición, no alcanzaría a escribir, pero me respondió: ‘Fui yo con una amiga del patín’. Yo no tengo idea de quién es esa amiga del patín, ni tampoco me dio nombres”, aseguró la deportista al medio.

“Te seré muy sincero. Estoy arrepentido, me da vergüenza lo que pasó. Fue una cuestión de cabro chico que hice con más gente, pero ya ha pasado harto tiempo. Le escribimos sobre la tierra que tenía el auto y ya fue”, reconoció Carinao al citado medio.

Pese a los intentos por ver los vídeos del CAR, la deportista solo ha recibido la negativa de Wilson Cuello, encargado del lugar, para ver la imágenes.

El asunto llegó hasta al Fechipe y al IND y este lunes se espera una respuesta sobre el caso que aqueja a María Fernanda Valdés.