El quarterback Tom Brady estableció varios récords en el triunfo de los New England Patriots en el Super Bowl pasado contra los Atlanta Falcons pero el veterano mariscal de campo no consideró que ese día jugara su mejor partido como profesional.

Brady, de 39 años, alcanzó un quinto título en el Super Bowl tras ayudar a los Patriots a superar un déficit de 25 puntos para asegurar una emocionante victoria en tiempo extra sobre los Falcons, en Houston, el 5 de febrero.

La estrella de los Patriots obtuvo un cuarto premio de MVP (Jugador Más Valioso), pero dijo que no veía el juego como su mejor actuación ni tampoco como un partido tan destacado.

“Creo que ha sido uno de los mejores partidos en los que he participado pero cuando recuerdo el retorno de intercepción para touchdown y algunas otras oportunidades perdidas en los primeros 37 o 38 minutos del juego… realmente no considero que un buen cuarto y medio, además de la prórroga, merezcan el apelativo de ‘uno de los mejores juegos de todos los tiempos"”.

“Pero fue sin duda uno de los más emocionantes para mí, por todo lo que había en juego y porque terminó siendo un juego increíble”, añadió.