El cuerpo de la triatleta Erica Fox, reportada como desaparecida el 21 de diciembre en una playa de Santa Cruz (California, EE.UU.), ha sido hallado.
La deportista y cofundadora del club Kelp Krawlers fue atacada por un tiburón mientras nadaba en las costas californianas.
Su cuerpo fue encontrado el pasado sábado 27 de diciembre, una semana después de su desaparición, a unas 25 millas al sur de donde la vieron por última vez.
De acuerdo a New York Post, los equipos de rescate sacaron el cadáver de Fox, de 55 años, todavía con su traje de neopreno negro. El cadáver fue encontrado cerca de Davenport Beach, en Santa Cruz, por su esposo Jean-Francis Vanreusel, quien había estado nadando a unos 100 metros detrás de ella.
El 21 de diciembre, Fox había estado participando en una de las habituales sesiones de natación del club Kelp Krawlers, junto con su esposo y otros 13 nadadores. Durante la travesía, un tiburón la arrastró hacia el agua, en un ataque que fue presenciado por varios testigos.
“Testigos vieron un tiburón con un cuerpo humano en sus mandíbulas antes de que se sumergiera”, dijo un oficial de la Guardia Costera.
Jean-Francis, devastado por la pérdida, compartió con Mercury News su profunda tristeza: “Ella no quería vivir con miedo“, expresó. Durante una solemne procesión en la costa, que marcó su última natación de una milla, el esposo rindió homenaje a su esposa, destacando su espíritu valiente y su amor por la vida. “Vivió su vida plenamente“, comentó.
Lo que hace aún más desgarrador esta tragedia es que Fox llevaba puesto un ‘shark band’ en su tobillo, un dispositivo electromagnético que se supone aleja a los tiburones, pero que no fue suficiente para evitar el ataque.
La comunidad quedó aún más consternada por el hecho de que este fuera recién el segundo ataque fatal de un tiburón en Lovers Point en 73 años, y el primero desde el fatídico ataque que cobró la vida de un joven de 17 años en 1952.