A más de dos meses de la barbarie que sufrieron hinchas de Universidad de Chile de parte de la barra de Independiente, en Avellaneda, el gobierno de Argentina decretó sanciones contra casi 100 seguidores de La U.
Tras los graves incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América durante el partido correspondiente a los octavos de final de la Copa Sudamericana, el Ministerio de Seguridad resolvió aplicar una “restricción de concurrencia administrativa a todo evento deportivo en el territorio nacional” a 91 hinchas del Romántico Viajero.
En el documento emanado el 20 de este mes, dado a conocer este jueves y que detalla los 91 nombres, la administración de Javier Milei responsabiliza a los hinchas azules de provocar e incentivar los incidentes que terminaron por suspender el partido.
Según el texto, antes del inicio del duelo y como motivo de todo, un grupo de hinchas de La U ubicados en la tribuna “Sur alta” incendió una butaca plástica, “según constataron la Comisaría de Avellaneda Seccional Primera y el área técnica de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte de la provincia de Buenos Aires”.
Además asegura que durante el partido y a través de cámaras de seguridad, se registró a simpatizantes chilenos provocando destrozos en las instalaciones, incluyendo sanitarios. Junto con esto, el texto dice que los hinchas azules luego arrojaron objetos contundentes hacia la bandeja inferior, donde se encontraban los hinchas locales.
“Que las acciones llevadas por dichos simpatizantes generaron un clima de violencia entre ambas parcialidades, motivando que los simpatizantes locales comiencen a movilizarse desde su lugar de ubicación hacia el sector de tribuna “Sur Alta”, con motivo de enfrentar a los agresores, lo que llevo a una confrontación entre ambas facciones, que culminó con varios simpatizantes de la Universidad de Chile heridos”, asegura el documento salido desde el ministerio de dirige Patricia Bulrich.
Documento que obvia las cobardes agresiones propinadas por barristas de Independiente, que desnudaron hinchas, los golpearon con elementos contundentes hasta hacerlos sangrar e incluso provocaron que tres tuvieran que lanzarse desde casi 15 metros de altura. Una barbarie.
Eso no es todo, ya que contrariando lo que mostraron diferentes medios de comunicación argentinos, escriben que al finalizar el evento, los simpatizantes chilenos “se retiraron del estadio, mantuvieron una actitud hostil, portando palos, elementos metálicos, y alentando a la violencia, lo que motivó a que los efectivos policiales allí presentes procedan a la aprehensión”.
La resolución destaca que las acciones de este grupo “generaron un contexto de extrema violencia que puso en riesgo la integridad física de los concurrentes, y dio como resultado que varias personas sufrieran heridas de distinta consideración”.
El castigo para los hinchas azules se conoce el mismo día en que Universidad de Chile enfrenta a Lanus por las semifinal de Copa Sudamericana. Cabe recordar que tras la barbarie, los estudiantiles fueron promovidos a cuartos e Independiente descalificado por Conmebol por faltas en el operativo de seguridad.