Ricardo Gareca se sinceró este miércoles en una entrevista en Argentina y reveló el profundo impacto emocional que le dejó su breve pero intensa experiencia al mando de La Roja.
El ‘Tigre’, que terminó último con Chile en las Eliminatorias para el Mundial 2026, no escatimó en detalles al describir el periodo como uno de los más duros de su carrera.
“Estuve un año y medio en Chile, ni salía del departamento. No conocí nada, no salía. Eso no lo digieres, pasan los días y la cabeza te quema“, confesó Gareca a ESPN del otro lado de la cordillera.
Así, el técnico argentino reflejó el aislamiento emocional y físico que vivió durante su estadía en Chile, a diferencia de su paso por Perú, donde es ídolo por clasificar a la Bicolor al Mundial de Rusia 2018.
“En Perú podía caminar libremente“, recordó. Las muestras de afecto en el país vecino eran constantes con fotos, saludos y admiración en cada rincón.
En cambio, en Chile, el mal rendimiento deportivo lo dejó sumido en una soledad absoluta. Sin los triunfos que lo respaldaran, el entrenador se convirtió en un espectador invisible, atrapado entre la presión mediática y su propio desencanto.
“La derrota te deja mal, por eso muchas veces, uno entiende cuando los técnicos o jugadores están amargados. Sufren mucho”, explicó.
Por otro lado, el DT trasandino de 67 años evidenció una fuerte autocrítica por su manejo con Arturo Vidal en el ‘Equipo de Todos’. Mostró su arrepentimiento por no haberlo citado antes.
“Y él ya estaba en Colo Colo, había llegado a Colo Colo y estaba teniendo buenas actuaciones. Y bueno, pasó la Copa América, vino algunos partidos de Eliminatorias y él se sintió como que ya no tenía posibilidades de venir. Yo creo que era un jugador como para haberlo convocado antes“, sostuvo.
“Yo me lo reprocho porque intento hacer lo mejor, pero sí puedo aceptar la demora mía en convocarlo y puedo aceptar que él, un jugador histórico, porque él es como (Lionel) Messi, él, Alexis (Sánchez), hay varios jugadores que son muy representativos de la Selección. Entonces puedo entender que él haya reaccionado (mal)”, sentenció Gareca.
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