Es septiembre de 2006 y el fútbol chileno cuenta con varias sorpresas. O’Higgins y Deportes Puerto Montt han mostrado gran fútbol y siguen de cerca a Cobreloa, que lidera la tabla general del Torneo Clausura.

Sin embargo, lejos de nuestro país, el Comité Ejecutivo de la FIFA le da a la Federación de Fútbol nacional una noticia aún más impactante: Chile organizará el Mundial Femenino Sub 20 de 2008.

Sería el evento deportivo más importante en décadas. El Gobierno de Michelle Bachelet se comprometió a la construcción de estadios, Harold Mayne-Nicholls y la ANFP tuvieron incesantes reuniones y las jugadoras… ¿y las jugadoras?

Si por algo generó sorpresa la elección de Chile como sede mundialista no fue la falta de estadios con estándares FIFA ni el opaco nivel de las Selecciones nacionales, sino la nula preocupación por el balompié de mujeres.

Recién en agosto de 2007, casi un año después del nombramiento, La Roja tuvo DT para su cita estelar. La española Marta Tejedor se haría cargo, no solo del combinado mundialista, sino que también de fomentar el alicaído fútbol femenino.

ARCHIVO | La Cuarta

Luego de meses de trabajo, se logró conformar una Selección que acabó última en su grupo, por detrás de potencias como Inglaterra, Nigeria y Nueva Zelanda, pero dejó buenas sensaciones.

En ella destacaron nombres como Geraldine Leyton, María Francisca Mardones, Daniela Pardo, Daniela Zamora y, como no, Christiane Endler. Se sentó la base para un equipo que daría que hablar en el futuro.

Más ganas que fútbol

Tras el Mundial de 2008, el fútbol femenino creció en nuestro país y comenzó a fraguarse su profesionalización. Hasta el día de hoy, sin embargo, queda mucho por mejorar.

Era constante que las precarias condiciones para entrenar, la falta de contratos o la no cobertura por lesiones empañara la motivación que cada vez más mujeres mostraban por el balompié.

Pero hubo excepciones. Algunos pocos clubes, siendo Colo Colo y Everton los buques insignes, se comprometieron a invertir en sus equipos femeninos y eso se vio reflejado en los palmarés, con una Copa Libertadores para el ‘Cacique’ incluida en 2012.

Pero el interés poco a poco se fue perdiendo. Al mismo tiempo que maduraban jugadoras como Claudia Soto, Yanara Aedo, Francisca Lara o Karen Araya, las carencias en el campeonato local eran cada vez más evidentes.

“A nosotras nos tocó en primera persona vivir el machismo por muchos años. Que ‘el fútbol es para hombres’. Que ‘las mujeres son aburridas’. Pasamos de todo”, reconoció en su momento Aedo.

ARCHIVO | Colo Colo

Y es que mientras la Selección femenina rogaba por interés de parte de la ANFP, la masculina se codeaba con los grandes y las clasificaciones a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 contrastaban con las irregulares campañas de su par femenil.

Eliminaciones en primera ronda de los Sudamericanos Sub 20 y Sub 17 y también en Copas América, no motivaban a nadie a jugársela por el fútbol femenino que no tenía resultados positivos. Sin inversión, ¿cómo se espera lograr objetivos?

Las ganas de lograr cosas importantes estaban pero, por mucha intención que se tuviera de vencer a potencias como Argentina o Brasil, se necesitaba algo más que un par de jugadoras en ligas importantes para derrotar a combinados mucho más fuertes.

La primera piedra

Es julio de 2016. Aún se celebra la obtención de la Copa América Centenario en Estados Unidos, el Sindicato de Futbolistas (Sifup) y la ANFP están en pie de guerra por un llamado a paralización y, lejos de todas las cámaras, se lleva a cabo el paso más importante para la profesionalización del fútbol femenino nacional.

La Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF) vio luz y se sentó así una base para que el balompié de mujeres se acercara a su profesionalización.

Era una buena noticia entre otras malas, como el anuncio de Audax
Italiano y Unión Española, dos clubes fundadores del torneo local, de poner fin a su rama femenina. “El fútbol femenino no tiene el apoyo ni la difusión suficiente como para poder mantenerlo”, afirmaba por entonces Johnny Ashwell, gerente de los hispanos.

Anjuff hacía lo suyo, pero los clubes no. El campeonato local seguía destacando por la falta de contratos, y el no pago de remuneraciones obligaba a las jugadores a compatibilizar estudios o carreras profesionales con entrenar y correr detrás del balón por amor al arte.

Conscientes de que algo debían hacer, la ANFP se comprometió a velar por los intereses del fútbol femenino y puso a la testera de las Selecciones a José Letelier, el técnico chileno más experimentado en la disciplina. De a poco se avanzaba.

ARCHIVO | ANFP

Abril de 2017. Mientras Colo Colo acaricia su duodécimo título en el torneo femenino local, desde la ANFP se oficializa un anuncio: Chile será sede de la Copa América Femenina 2018.

Llegaba la hora de demostrar en cancha que, el menoscabo histórico al fútbol de mujeres, había forjado una generación de jugadoras empoderadas y con hambre de triunfo.

Históricas

Es marzo de 2018. Los habitantes de La Serena llegan en masa al estadio La Portada a buscar entradas para el debut de La Roja femenina en la Copa América femenina.

Hay expectación. Se espera mucho del trabajo de Letelier tras un año al mando de la Selección. Las jugadoras no creen el ambiente que han generado: muchas pasaron de rogar por una cancha para entrenar a que les pidan selfies y autógrafos.

Llegó el 4 de abril, la hora de la verdad. En un colmado estadio La Portada de La Serena, Chile debuta ante un duro Paraguay igualando 1-1. Christiane Endler es figura, Yanara Aedo anotó el tanto nacional, el técnico no está conforme.

Dos días después el mismo marcador ante Colombia. 2 puntos en igual cantidad de partidos no es la cosecha que Letelier esperaba. Aparecen las primeras dudas y cuestionamientos, pero las jugadoras saben que tienen lo necesario para volverse históricas.

ARCHIVO | Agencia UNO

Luego, un ajustado triunfo sobre Uruguay y una goleada a Perú: Chile avanzó a la segunda ronda y, junto a Argentina, Brasil y Colombia, definen los dos cupos y medio al Mundial de Francia 2019.

Brasil le da un baño de realidad a La Roja en el primer duelo del cuadrangular, con un 3-1 que pudo ser mucho más abultado de no ser por Endler, que ya daba luces de su talento en el Paris Saint-Germain francés.

Luego, otra vez Colombia y, otra vez, un empate. El duelo ante Argentina sería de vida o muerte y así lo sabían las dirigidas por Letelier.

“Ellas van a salir a luchar, son un equipo súper guerrero, muy físico. No nos queda otra que salir a ganar con todo contra Argentina”, anticipó Endler.

Y vaya que lo dieron todo. Un tempranero gol de Camila Sáez abrió la goleada 4-0 a favor de Chile, que clasificó así a su primer Mundial Femenino y se quedó con el cupo al Repechaje Olímpico: eran históricas.

Los ojos que apuntaron a La Serena durante la Copa América permitieron a varias cracks, como Sáez, Carla Guerrero, Yanara Aedo y Karen Araya dar el salto al fútbol extranjero, demostrando que el plantel estaba para cosas grandes y el hambre de triunfo permanecía intacto.

Mundialistas

Es junio de 2019. Santiago Morning ha irrumpido con fuerza en la Primera División femenina de nuestro país con una inversión que busca la profesionalización de su plantel y que, en menor medida, es imitada por equipos como Colo Colo, Universidad de Chile y Fernández Vial. Ahora sí, en serio, los clubes ponían de su parte.

Pero las miradas apuntan ahora a Europa. En Francia, La Roja se prepara para el debut mundialista ante Suecia, una potencia que crece con el paso de los años en cuanto al balompié de mujeres.

Dejar una buena impresión es clave, obtener un buen resultado mejor, porque el segundo rival es Estados Unidos, un combinado cuyo nivel es estratosféricamente superior al chileno y al de las otras 22 selecciones del torneo.

Ante las suecas las pupilas de Letelier cayeron 0-2 y, contra las norteamericanas, pese a los pronósticos de por lo menos nueve goles, perdieron 0-3 con una brillante actuación -otra vez- de Tiane Endler. Frente a Tailandia, en la tercera fecha, Chile se jugaba su clasificación a octavos de final.

Había que vencer por tres goles de diferencia y un autogol, sumado al tanto de María José Urrutia, anticipaban que la hazaña era posible. Sin embargo, un penal errado en los minutos finales por Francisca Lara, esfumaron toda chance de avanzar de ronda.

La imagen de la histórica volante lamentándose y su “conchetumadre” en cámara lenta acapararon las portadas y los memes, demostrando que gran parte de Chile siguió el que hasta el momento era el partido más importante para el fútbol femenino de nuestro país.

ARCHIVO | Agencia UNO

Pero el deporte da revanchas, bien lo saben todas las futbolistas que han pasado por La Roja. Y esta vez se presenta en medio cupo a los Juegos Olímpicos de Tokio, lugar que disputarán en dos duelos ante Camerún.

Tras varias postergaciones por la pandemia del COVID-19, finalmente este sábado 10 de abril las chilenas chocan ante las ‘leonas’ africanas.

Endler prepara las tapadas, Guerrero afina las órdenes, Aedo quiere goles y Lara alista una sacada de madre pero de felicidad, porque esa generación de mujeres que partió con nada hoy quiere ganarlo todo.