Los directores técnicos no son mucho de meterse en política en la actualidad. Más allá de mostrar su cercanía a un sector o apoyar demandas sociales, los entrenadores en el futbol chileno no hacen mucha noticia más allá del deporte.

Es por ello que cuando Marcelo Bielsa tomó el mando de la Selección Chilena en 2007, se generó un cambio de paradigma. El ‘Loco’ tuvo varios encuentros con la política. Aciertos o desaciertos, el actual DT del Leeds de la Segunda División Inglesa no estuvo ajeno a diferentes circunstancias del país y sus protagonistas.

Su amistad con Bachelet

El técnico rosarino viene de una familia política, donde su hermano, Rafael Bielsa, ha tenido diferentes cargos públicos en Argentina, pero que también sufrió los abusos de la dictadura en el país vecino, donde fue secuestrado y torturado por el régimen.

Con ese antecedente, en su periodo dirigiendo a ‘La Roja’ (2007-2011), Marcelo protagonizó una curiosa amistad con la mandataria de esa época y afín a su pensamiento político, Michelle Bachelet. Cuando el entrenador fue presentado en el equipo de todos, ocupó a la Presidenta como parte de una analogía, para explicar lo que él quería hacer con la selección era similar a lo que la gobernante había hecho con el país.

Ambos se conocerían en una reunión en el complejo Juan Pinto Durán, lugar protegido por Bielsa a regañadientes, pero que abrió sus puertas para una visita de Bachelet. Ahí la cordialidad del argentino fue notoria, lo que se traduciría posteriormente en una invitación a la Jefa de Estado a acompañar al equipo en el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando ya no era presidenta.

Tanto era la buena onda, que la actual Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU destacó hasta el atractivo de Bielsa en esos años. Todo en el aspecto platónico, por supuesto.

“Si hubiera podido, me robaba el plasma”.

Luego del terremoto que azotó a Chile en 2010, Marcelo Bielsa también tuvo una participación activa. Ya con la clasificación al Mundial en el bolsillo, el trasandino era ídolo en el pueblo chileno. En la cruzada “Chile ayuda a Chile” para juntar fondos para los damnificados, el DT tuvo una recordada entrevista con Mario Kreutzberger que sirvió para darle fuerza a la gente, a pesar de ser reacio a las cámaras.

Pero no fue todo, ya que semanas después el seleccionador realizó una charla donde dijo entender a algunos que saquearon supermercados y tiendas en medio de la crisis, situación similar a la que se ha vivido en nuestro país actualmente.

“Si yo hubiera podido, me robaba el plasma (…) ¿Cómo un tipo medio, de a pie, como se dice aquí, no hubiera robado? (…) Te dicen (en la publicidad) que sos un tarado por no tener un plasma y más cuando se va a jugar un Mundial”, según consignó The Clinic.

Además agregó que “cuando alguien dice ‘mirá, en vez de pagarlo en 100 cuotas, que es un robo, róbalo. Porque otro hizo el trabajo sucio, quebró la vidriera y sacó el candado’, la gente entra y lo saca, no porque sean malos, sino porque han sido empujados a esa cuestión”.

El recordado ‘amague’ en la Moneda

Sin duda por lo que más se le recuerda a Bielsa en la política es un hecho que ocurrió al término de la Copa del Mundo de 2010, donde Chile quedó eliminado en octavos de final ante Brasil por 3-0. La Selección, al regresar al país, fue invitada a la Moneda luego de su participación en Sudáfrica.

En el palacio de Gobierno, el técnico de ‘La Roja’ casi pasa de largo al presidente Sebastián Piñera, aunque terminó dándole mano de mala gana, momento en que el mandatario saludaba a jugadores y cuerpo técnico. Eso sí, el exSenador tuvo más suerte que Gabriel Ruiz-Tagle, Subsecretario de Deportes en ese año, quién fue completamente ignorado.

Ya ambos habían tenido un momento tenso en la despedida de los seleccionados a la cita planetaria. En Juan Pinto Durán, el Presidente no fue bien recibido por Bielsa, marcando un ambiente bastante frío en la visita y diferente a cuando Michelle Bachelet había asistido.

La reacción del técnico no era accidente. Además de su preferencia política, que es lejana a la derecha que representa el actual mandatario, se sumaba el disgusto del ‘Loco’ con la mezcla del deporte con los negocios, más aún con las sociedades anónimas, donde Piñera perteneció cuando fue dirigente de Blanco y Negro.

El suceso en sí tuvo repercusiones. Días después el técnico de Chile se disculpó por el hecho, y el mismo Presidente reconocería hace un par de años su sensación: “Es posible que perjudicara mi popularidad”, expresó en una entrevista con La Tercera.