La historia del futbol chileno tiene grandes alegrías, pero también importantes penas. Desde triunfos históricos a derrotas vergonzosas, estos recuerdos tienen de todos los tipos y gustos, en un país donde recién las últimas dos Copas América ganadas por ‘La Roja’ trajeron algo de luz tras años oscuros en el balompié nacional.

Pero quizás una de las tardes más negras, se dio al mismo tiempo de un gran logro: la clasificación al Mundial de Alemania 1974. ¿Pero cómo llegar a una Copa del Mundo puede ser negativo?

En 1973, el equipo dirigido por Luis Álamos soñaba con clasificar al campeonato de países en suelo germano. Para ello tenía que jugar un repechaje ante un complejo e inoportuno rival: la Unión Soviética.

El 11 de septiembre del año 73’ había ocurrido el Golpe de Estado en nuestro país, donde las fuerzas armadas de Augusto Pinochet se levantaron contra el gobierno de Salvador Allende.

La selección chilena tenía que enfrentar en duelo de ida y vuelta a los soviéticos, tan solo días después del golpe. Algo que al menos en los futbolistas era ajeno: “Imagínate que a los 20 años es muy difícil enterarte de las atrocidades que se cometen en las dictaduras. Nosotros estábamos preocupados por jugar, como selección chilena, por un país. No por un gobierno”, relató Carlos Caszely, uno de los miembros de ese plantel, a BBC Mundo.

Aun así, el hecho llenó de tensión la llave, luego de que los chilenos debiesen viajar a suelo soviético, solo una semana después de que se derrocara el gobierno socialista en nuestro país.

En Europa oriental no veían con buenos ojos este enfrentamiento, sobre todo con el tema tan fresco, pero aun así se jugó.

En un clima complejo, pero que finalmente no pasó a mayores, un 26 de septiembre de 1973 ‘La Roja’ se enfrentó la URSS en Moscú, donde en un clima hostil, lograron un sorprendente empate sin goles. Pero faltaba la vuelta en Santiago.

chile-empte

21 de noviembre: “El teatro de lo absurdo”

Para el partido de vuelta del enfrentamiento entre la URSS y Chile, todo se complicó aún más. Esto por la sede del partido: El Estadio Nacional.

El recinto se estaba utilizando como centro de detención y torturas de presos políticos, pero en ese entonces se designó de igual forma para recibir a las selecciones. Todo esto con la idea de la Junta Militar de mostrar ‘normalidad’ en el país.

Con las claras diferencias políticas, ambos países habían roto cualquier tipo de relación. Tanto así que los europeos solicitaron cambiar la sede del partido. Ni Chile ni la FIFA aprobó tal medida.

Un comité del organismo mundial del futbol fue a revisar el estadio para asegurar que se cumplieran los estándares mínimos para un juego oficial. A pesar de que cerca de 7000 detenidos seguían en el recinto de Ñuñoa, se aprobó la realización del duelo.

Un día antes de jugar, la selección chilena se enteró de que los soviéticos no viajarían a Santiago: “A nosotros nos dio la noticia el presidente de la Federación Chilena de Fútbol, Francisco Fluxá. Viene a la concentración, nos dice que los rusos no vienen, y que, por tanto, estamos clasificados para Alemania”, recordó Caszely en Marca de España. Aunque la no presentación de la selección rusa no significó la inmediata clasificación de los chilenos a la cita planetaria.

“(Fluxá) nos dice que la FIFA había ordenado que teníamos que entrar a la cancha, y que teníamos que hacer el gol”, explica el exdelantero de Colo Colo para el mismo medio.

chamaco-valdes

El 21 de noviembre, y ante poco más de 10.000 personas (en esa época el Nacional tenía capacidad para cerca de 80.000), los seleccionados nacionales tuvieron que presentarse a ‘jugar’ el partido. Y claro, ante la presión de la FIFA, no tenían alternativa: “Era una charada. De una falsedad absoluta. Va contra toda filosofía deportiva, la esencia del deporte. Va contra todo eso. Nunca he entendido por qué la FIFA tomó esa determinación (…) Sentimos una gran emoción de estar en ese lugar de tortura y muerte. Estábamos compungidos, había pesadumbre, angustia. Pero no podíamos hacer otra cosa que defender a nuestro país”, explicó al diario hispano Leonardo Véliz, uno de los seleccionados que se presentó ese día.

Elías Figueroa, Carlos Caszely, el ‘Pollo’ Véliz y Francisco Valdés fueron algunos de los jugadores que saltaron a la cancha del Nacional. Con arco descubierto, los chilenos se aproximaron para marcar un gol sin rival y dar por concluido el juego. El encargado de anotar fue el capitán del equipo, ‘Chamaco’. La FIFA daría por ganador a Chile de la llave y los pasajes a Alemania 74 eran un hecho.

Pero para los jugadores no hubo celebración. Haberse presentado ese día, y en tal escenario, fue algo con lo que nunca estuvieron de acuerdo, así lo deja en claro Caszely en el mismo diario español: “Fue el show futbolístico más burdo que me tocó vivir. El teatro de lo absurdo”.

Ante tal magro espectáculo, y con un estadio que contaba en cada rincón con militares del régimen, la Federación Chilena de Futbol trajo un rival de reemplazo para entregarle un partido real a los espectadores que habían comprado su entrada, según indica Véliz: “Después del gol, volvimos a saltar a la cancha para disputar un encuentro contra el Santos de Brasil. No estábamos ni para jugar contra los brasileños. Perdimos 0-5. Ellos dieron el espectáculo”. Sorpresivo resultado, ya que en el equipo brasileño no estaban sus principales figuras, ni mucho menos Pelé.

La Selección Chilena iría a Alemania y disputaría el torneo de selecciones. Pero sin olvidar la forma en cómo llegaron, ya que luego de varios años, la situación no se recuerda con cariño por la obligación de la Federación Internacional de Futbol de salir al campo de juego cuando no estaban las condiciones. Así lo concluye al menos Leonardo Véliz, reconociendo que la historia pudo ser distinta: “Nosotros no conocíamos la dimensión de los muertos y de lo que estaba pasando (…) Nadie se imaginaba que esa situación iba a transformarse en 17 años de dictadura. Éramos futbolistas, solo queríamos ir a un Mundial. Pero, con el paso del tiempo, uno quizás pudo negarse a jugar en esas condiciones”

chile-gol