Jeisson Vargas fue uno de los protagonistas de la jornada de ayer viernes en Riobamba, durante el empate de la selección chilena ante Brasil por el Grupo A del Sudamericano Sub 20. Es que el mediapunta chileno fue expulsado en el minuto 34 de juego y dejó a la escuadra nacional con 10 hombres temprano en el duelo, tras una violenta entrada sobre Lucas Paqueta.

Por eso se esperaba la versión del jugador, la que llegó tras el encuentro cuando indicó a la prensa que la acción que terminó con su salida anticipada del campo “fue una jugada específica, donde voy a aguantar el balón y el rival de atrás me empuja. Salí más delante de lo normal y cuando fui a cubrir el balón, el tipo llegó antes que yo y de mala suerte le pegué una patada”.

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Vargas reveló que “vengo de pedirle disculpas, agradezco que no le haya pasado nada y que pueda seguir jugando el torneo”, aclarando que “fue sin querer, mi intención nunca va a ser pegarle a un rival ni nada de eso, por eso yo fui a verlo altiro”.

Un gesto que llamó la atención fue el que se dio mientras abandonaba la cancha, donde algunos hinchas observaron que se retiró sonriendo. “Eso es lo de menos, lo importante es lo que pasó dentro de la cancha” sostuvo, asegurando que sí lamentó su expulsión y “por algo estoy aquí hablando, porque realmente me importó y agradezco que al otro jugador no le haya pasado nada”.

Vargas adelantó que hoy “vamos a ir al tribunal a apelar para que ojalá nos puedan dar una fecha, pero si no mis compañeros lo están haciendo de la mejor manera y todos confiamos en ellos”.

Por último, el jugador de Estudiantes de La Plata valoró el resultado obtenido ante los brasileños. “El campeonato está recién empezando y empezar con un empate frente a, como se dice, los mejores jugadores del torneo, es bien bueno” cerró.