Después de más de un año fuera de las canchas y tras haber estado recluido en la cárcel de Calama, el joven futbolista Rivaldo Hernández volvió a entrenar con el primer equipo de Cobreloa.
Su regreso no pasa desapercibido, ya que el jugador está a la espera del juicio por una grave acusación en su contra. Específicamente su presunta participación, junto a otros excadetes del club, en una “violación en manada”.
El retorno del mediocampista se da tras una modificación en su medida cautelar. Hasta hace poco cumplía arresto domiciliario total, pero ahora podrá salir durante el día, quedando con arresto domiciliario nocturno, lo que le permite sumarse a las prácticas del equipo calameño.
El club nortino explicó la decisión a través de un comunicado oficial. “En virtud de lo anterior, y considerando que el futbolista mantiene contrato vigente con la institución, como club hemos dispuesto su reincorporación a los entrenamientos del plantel profesional, cumpliendo con las obligaciones laborales y reglamentarias que establece la Ley”, señalo.
Cobreloa también hizo hincapié en que, pese a la delicada situación judicial de Hernández, como empleadores están obligados a permitirle ejercer su profesión.
“Como entidad empleadora, deportiva profesional, Cobreloa está obligado a proporcionar las condiciones necesarias para que el jugador ejerza sus funciones, incluyendo su participación en los entrenamientos, siempre que su situación física, médica o disciplinaria lo permita”, agregó.
Actualmente, Hernández entrena con normalidad junto al plantel profesional de los ‘Zorros del Desierto’, mientras sigue pendiente del proceso judicial que se está llevando a cabo en estos meses.
Por ahora, no hay claridad sobre si volverá a disputar partidos oficiales, aunque su presencia ya genera reacciones divididas entre los hinchas.
“Reafirmamos el compromiso con la normativa vigente, la presunción de inocencia y el desarrollo responsable de sus funciones deportivas, manteniendo el foco en lo estrictamente futbolístico”, cerró la tienda loína.
A falta de solo dos fechas para el cierre de la Primera B, Cobreloa se ubica en el cuarto lugar de la tabla con 44 puntos y de no ocurrir sorpresas estaría jugando la Liguilla por el segundo ascenso a la serie de honor del fútbol chileno.