En Naval de Talcahuano hay molestia por las amenazas sufridas en su visita al Santiago City: acusan al presidente rival de ofrecer 'balazos' por antiguo lío con delantero y figura del 'Ancla'.

Un escándalo de grandes proporciones se registró la tarde del pasado viernes en el fútbol chileno. Específicamente, durante la visita de Naval de Talcahuano a Santiago City por la Tercera División B.

Uno que incluso debió contar con la presencia de Carabineros, luego de acusaciones de intento de agresión y hasta de amenazas de ‘balazos’.

Según las primeras informaciones, el timonel de Santiago City, Jorge Sotomayor, intentó impedir la participación del delantero del ‘Ancla’, Ángelo Novoa, con quien arrastraba un lío personal desde hace años.

La información fue ratificada a los medios por Edogimo Venegas, presidente del Club Deportivo y Social Naval, una vez concluido el enfrentamiento que tuvo una hora de retraso y terminó 5-0 en favor de los locales.

“En la previa del partido veníamos con todas las ganas de jugar, entramos al estadio y de inmediato se nos dice que no se nos permite entrar porque venía un jugador que había tenido problemas hace años con el presidente de Santiago City, lo que nos pareció ridículo que pase algo así”, explicó.

“Y que después te pongan a orecer bala en un campo deportivo es algo que no había vivido nunca. Es primera vez y es una experiencia bien fea, muy fea, realmente no se la doy a nadie”, complementó.

En relación a esto último, Venegas incluso reveló las palabras que habría utilizado la principal autoridad de Santiago City: “que te digan ‘¿Tienes hijos? ¿Quieres que tus hijos sigan viviendo?’ Es algo que no está dentro de los cálculos nuestros”.

“Lo del resultado después ya es terrible, pero ya no nos interesaba el resultado, solo queríamos que terminara el partido e irnos”, remarcó, haciendo hincapié en que “si los jugadores estaban ahí ¿Quién puede jugar un partido tranquilo? No hay ningún jugador en el Mundo”.

Por si fuera poco, Venegas sostuvo que “nos comunicamos con ANFA y resulta que aquí hay reglamentos conocidos por todos y si no nos presentábamos en cancha seríamos desafiliados. O sea que al amenazado iban a desafiliarlo”.

“Entonces nos vimos en la obligación de jugar. O sea, no digamos jugar, lo que hicimos fue entrar a la cancha y cumplir para que no pasara a mayores”, cerró.

Finalmente, el presidente navalino avisó que igualmente “vamos a luchar y vamos a subir, tengo plena seguridad. Pero con armas buenas, con armas limpias, y agradezco a todos los equipos de la Tercera División que nos han mandado su apoyo. A los de Segunda, a los de Primera, que me han preguntado para saber cómo estoy. Se agradece que se preocupen de Naval”.