Enrique Osses, exárbitro y antecesor de Javier Castrilli en la presidencia de la Comisión Arbitral nacional, lamentó desde México la crisis que afecta al gremio en Chile.

Sigue con preocupación, y a la distancia, la crisis del arbitraje chileno. Enrique Osses, exjuez y dirigente del referato nacional, no escondió su lamento por el difícil presente de su gremio en el país.

Osses, que se encuentra en México, conversó con el Podcast ‘Pelotazo al Vacío’ y expresó su sentir.

“Yo manifesté cuando me despidieron que trataran de elegir a las personas correctas para encabezar el nuevo proceso. Lamentablemente los objetivos no se cumplieron y la evaluación no es buena”, aseguró.

En la misma línea, Osses cuestionó el rol de Javier Castrilli, recientemente desvinculado como jefe de la Comisión de Árbitros: “”Sé la gran trayectoria como árbitro, pero eso no basta para ser un gran dirigente arbitral”.

“El resultado final fue un colapso, no sé si por culpa suya o de los agremiados”, acotó, haciendo hincapié en que “para ser presidente lo más importante es tener la credibilidad de tus dirigidos”.

“Tienes que ser una persona confiable, que tenga conceptos técnicos claros y prestigio para que te crean”, añadió.

“Siento el VAR como mi hijo en Chile”

Osses, además, recordó su paso como dirigente del cuerpo arbitral resalto que bajo su mando llegó el videoarbitraje. “Se implementó el VAR y alcancé a estar a cargo unos 40 ó 50 partidos hasta que vino el estallido social y la pandemia”, rememoró.

“Siento que el VAR es mi hijo en Chile. Trabajé mucho tiempo en ese proyecto para desarrollarlo. Estaba funcionando medianamente bien y se produjo ese cambio (despido)”, explicó.

En cuanto a su salida, Osses manifestó que “no fui desvinculado por un tema técnico, ni por una mala gestión, fueron razones políticas y económicas las que se dieron en su momento”

Finalmente, Enrique Osses se refirió a un posible retorno a Chile: “Tengo contrato vigente en México y evidentemente a mi país lo tengo siempre presente”.

“No descarto nada, pero no me han llamado para volver (a Chile). Mi familia está muy cómoda acá. Volver sería una decisión radical que tendría que conversarla con ellos y con la jefatura actual”, concluyó.