El miércoles la nueva ministra del Deporte, Cecilia Pérez, ratificó la realización de la final única de la Copa Libertadores en Santiago, pese a la crisis social que vive el país, para el sábado 23 de noviembre en el Estadio Nacional.

Pese al anuncio, el recinto nuñoíno tendrá una prueba de fuego para ver cómo funciona la seguridad: el duelo entre Universidad de Chile y Everton por la fecha 25 del Campeonato Nacional, duelo que la ANFP espera programar para el próximo fin de semana, aunque esperan la aprobación de las autoridades.

Según El Mercurio, en la Conmebol están muy pendientes a lo que sucederá en ese partido, ya que en el último encuentro de los azules llegaron cerca de 43 mil personas al Nacional para ver el 2-1 sobre Deportes Iquique, y se espera una cifra similar ante los ‘ruleteros’.

Por otro lado, el ente rector del fútbol sudamericano le encomendó liderar la gerencia de operaciones de la final al gerente de Azul Azul a Felipe de Pablo, quien trabajará con Sergio Ocares, encargado de seguridad de la Intendencia, y Gustavo Navarrete y Luis Badilla de la ANFP.

Se espera que para la final de la Libertadores llegue cerca de 45 mil espectadores, por lo que el duelo de la ‘U’ será un ensayo perfecto para tantear si es posible realizar de buena manera un espectáculo de primer nivel en Chile.