En Argentina, hablar de José Daniel Ponce es hablar de técnica y calidad registrada. El ‘Bocha’ es recordado por un exitoso paso en Estudiantes de La Plata, donde logró un bicampeonato que le valió ser convocado a la selección que años después se coronaría campeona del mundo en el 86.

A pesar de que no disputó el Mundial, Ponce alcanzó a compartir vestuario con grandes ídolos del fútbol trasandino como Diego Maradona, Jorge Burruchaga y Jorge Valdano, se dio el lujo de anotarle un doblete a la poderosa Alemania y disputó una Copa América.

En 1995, ya con 33 años, tomaría una decisión que cambiaría radicalmente su vida. Llegó como flamante refuerzo a Coquimbo Unido, donde se ganó el cariño de la hinchada ‘pirata’, conformando uno de los equipos más recordados de las últimas décadas.

Finalmente se retiraría en Huachipato pero no se movió más del país. Formó una familia, se radicó en Concepción y actualmente trabaja en una minera del norte.

Al fútbol sigue ligado y lo ve siempre que puede. Atento a lo que pasa con la selección argentina afirma que ‘ha tenido mala suerte’ y que se debe confiar en los procesos.

En conversación con BioBioChile, el ‘Bocha’ repasó parte de su exitosa trayectoria profesional, una que lo tuvo en sus últimos años regalando calidad en los pastos nacionales, con una zurda privilegiada que en La Plata aún recuerdan con entusiasmo.

José Daniel Ponce
José Daniel Ponce

“Cuando llegué a Chile quedé gratamente impresionado”

“Chile es un país muy hermoso para mí y creo que es muy difícil que me vuelva a ir”. Con estas palabras, José Daniel Ponce resume lo que ha sido su estadía en el país. Una travesía que empezó hace ya 22 años y que ahora lo tiene en el norte trabajando en una minera.

Atrás quedaron los años donde en Coquimbo Unido era de los jugadores más queridos de la hinchada, dejó a un lado los zapatos de fútbol y se puso a trabajar. Está feliz y agradecido de todo lo que la pelota le ha dado.

Todo se remonta cuando dejó San Lorenzo y un amigo que tenía en Chile lo llamó para que se fuese a jugar al país. Siempre había tenido ofertas pero por el alto costo de su pase nunca se concretaron. Ahora había ganas e interés y el ‘Bocha’ no lo pensó dos veces.

“Ahí agarré y le dije que sí, que me vinieran a ver, estaba en Mendoza jugando unos regionales, me fue a ver Sulantay con Jorge Contador, me vieron jugar y me contrataron muy rápido, ahí comencé la etapa en Coquimbo”, recuerda el habilidoso volante.

A su llegada tenía un montón de experiencia a cuestas. Y es que compartir vestuario con verdaderas leyendas del fútbol argentino como en aquel recordado Estudiantes de Bilardo con los tres ´10´ ( Ponce, Alejandor Sabella y Marcelo Trobbiani) se nota y así lo confirmó apenas llegó al norte.

“Me acuerdo que llegué y jugando con la Universidad de Chile nos metieron un 5-0. Me subí al bus, los junté a todos en el fondo y les dije a los más experimentados que eran unos boludos ´porque cada vez que la ‘U’ atacaba hacía un gol, ahí empecé a manejar el grupo”, relata el trasandino.

“Era un grupo joven, me dejaron expresarme y creyeron en mí, fuimos muy unidos, tuvimos una excelente campaña a un punto de clasificar entre los cuatro primeros”, recalcó Ponce.

A pesar de que en su salida del club afirmó que hubo ‘una mano negra pero que ya no vale la pena recordar’, el Bocha es certero en destacar que “los dos años que viví en Coquimbo Unido fue lo mejor, por su gente, la fidelidad, el entusiasmo, las ganas, fue mi mejor momento futbolístico en Chile y la mejor etapa de mi vida”.

Esa faceta de líder que exhibió en Coquimbo es explicada por el ‘Bocha’ de la siguiente forma:” Todo se debe a mis comienzos en Estudiantes, me tocó compartir vestuario con Juan Verón, Lombardi, Russo, y obviamente es una escuela, es algo muy especial lo que se vive”.

“Estos grandes jugadores me marcaron el carácter, la disciplina y el amor por la profesión. A mí me compraron en 100 mil dólares a los 16 años, fue una transferencia récord en Mendoza y así fui adquiriendo el roce”, concluye.

Pese al currículum que tenía cuando llegó a Chile, Ponce destaca que existía un gran nivel en la competencia, señalando que “quedé gratamente impresionado, en esos tiempos estaba el ‘Tobi’ Vega, que era un jugador distinto, Emerson del Colo Colo del 96, estaba Marcelo Espina, el ‘Coke’ Contreras”.

Coquimbo Unido
Coquimbo Unido

Su paso por la selección argentina y el ‘secreto’ de su gran pegada

Una de los principales rasgos del ‘Bocha’ era su gran pegada. En Coquimbo dicen que es uno de los mejores que ha pasado por el club, en La Plata y Mendoza también lo recuerdan con ese estatus.

Pero detrás de este aspecto se esconde una historia de trabajo y disciplina de la mano de uno de los técnicos más exitosos de la Argentina, Carlos Salvador Bilardo, quien lo dirigió en Estudiantes y en su paso por la selección.

Ponce recuerda que “me agarró Bilardo un día, estaba de suplente y había que probar tiros libres en contra, patié cinco e hice todos los goles. Imagínate después, pateaba cien tiros libres en la semana, era una cosa infernal, corner, tiros libres, todo lo pateaba yo. Llegó a un punto en que Bilardo levantaba la mano y yo tenía que darle”.

Justamente fue el propio Bilardo quien lo llevó a la selección, donde tuvo su día de gloria cuando le anotó dos goles a Alemania en Dusseldorf, uno de ellos un perfecto tiro libre. Fue parte del proceso que coronó con la obtención de la Copa del Mundo del 86. Pese a no ser convocado, Bilardo se acordó de él y lo nombró cuando fueron recibidos en Argentina por el presidente.

Sobre su periodo vistiendo la ‘Albiceleste’, Ponce recuerda que “me tocó jugar la mayoría de los partidos, rodeado de grandes jugadores y personas, tipos consagrados, es algo hermoso haber jugado con Sabella, el Beto Alonso, Burruchaga, el mismo Maradona , Valdano, Fillol, Pasarella, todos esos grandes”.

A Maradona lo cataloga como un jugador sencillo, que siempre estaba al medio del grupo y con el que era fácil compartir. Formaron un grupo unido y un equipo que es de los que con más cariño recuerda la hinchada albiceleste.

Cumpliendo su tercera faena en el norte, Ponce recuerda con cariño su época de gloria y una trayectoria que lo catapultó como uno de los grandes ídolos de Estudiantes de la Plata.

Pese a los títulos, el ‘Bocha’ recalca que jugaba al fútbol para satisfacer sus necesidades familiares: ‘cuando pude comprarle una casa a mi madre me sentí campeón del mundo’, dice.

“Todo lo que he vivido después es pura alegría, pude salir campeón en varios lados, estoy contento de mi trayectoria y hasta el día de hoy sigo cosechando admiración, me pone feliz eso porque simplemente yo quería jugar”, concluyó.

La Nación
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