El periodista Juan Cristóbal Guarello ha realizado una grave denuncia que involucra al representante de jugadores, Fernando Felicevich, y algunos clubes del fútbol de nuestro país.

En una columna escrita para La Tercera, el comentarista relató lo vivido por el exfutbolista Edgardo Abdala, junto a su hijo Joaquín, cuando éste último estaba en las inferiores de Huachipato.

Según lo relatado por Guarello, el exjugador de Ñublense y Palestino fue llamado de urgencia por el otrora gerente técnico del club de Talcahuano, Cristián Paulucci, hoy ayudante de campo de Gustavo Quinteros en Universidad Católica.

El dirigente manejaba una oferta para Joaquín que no podían rechazar: si él no firmaba con Twenty Two (empresa de Felicevich) no volvería a jugar. “Como vos, Turco, jugaste en Huachipato, te avisamos. De lo contrario, ni te enteras”, le indicaron a los Abdala. Ellos, aburridos del presente del novel jugador, decidieron hablar.

“Joaquín Abdala ya no juega. Lo colgaron. Ni siquiera es citado para los partidos de la juvenil. Cuando lo ponía, el técnico Francisco Troncoso lo hacía jugar de volante de marca. Hay veces que lo mandan a entrenar con la Sub 14. Quiere irse y no puede. Una mañana se tomó media botella de ron y así llegar curado a la práctica para obligar a que lo echaran. Se rieron de él. Hoy está amarrado por Twenty Two; aunque quede libre a los 20, deberá ir dónde le digan”, detalló Guarello en su publicación.

Pero Abdala no es el único jugador que recibió una oferta de Felicevich. Según el citado periodista, se trata del mismo ofrecimiento que les hizo a todos los jugadores de las cadetes de Huachipato con posibilidad de llegar al primer equipo.

“Algunos se rebelaron sin suerte, como Ignacio Hernández. No quiso firmar y se tuvo que ir para la casa. Hoy sufre una profunda depresión y hasta tuvo un episodio de convulsiones. Misma situación de Joaquín Gutiérrez, parte del plantel que jugó el Sudamericano Sub 17 en Lima: no aceptó ser reclutado a la fuerza y desapareció misteriosamente de la nómina que comenzó a trabajar para el Mundial de Brasil”, aseguró el comentarista.

Uno que si firmó fue Javier Urzúa Altamirano. El volante ya tiene 884 minutos en el primer equipo y hasta le hizo un gol a Cobresal en la śeptima fecha del Campeonato Nacional.

Otro nombre que recalcó Guarello fue el de Paulucci quien, además de los grave que puede llegar que haya intercedido para que los juveniles del equipo en que trabajaba firmen con determinado representante, ahora saltó a la UC para colaborar con un Quinteros que apenas lo conocía y en el club con la cantera donde más jugadores jóvenes han destacado en los últimos años.

“Mientras, usted se pregunta por qué no hay recambio en la selección chilena, por qué la Sub 23 se come seis con Japón, cuáles son los criterios para nominar a tal o cuál jugador, o qué intereses hay detrás de tanta citación dudosa o polémica”, sentenció Guarello.