La prematura eliminación de la selección chilena sub 20 del Sudamericano realizado en nuestro país evidenció el mal momento del fútbol chileno en la formación de jugadores.

Es que después de la ‘generación dorada’ no parece haber un recambio claro, y solo aparecen ciertos futbolistas que de vez en cuando hacen ilusionar a los fanáticos, pero nada concreto.

Claramente hay un problema en la formación de jugadores a nivel nacional, ya que desde hace varios años que no aparecen grandes jugadores que se puedan proyectar en el tiempo, como el caso de Claudio Bravo, Alexis Sánchez o Arturo Vidal, por nombrar a algunos.

El último técnico que pudo hacer un buen papel con una categoría juvenil en un mundial fue José Sulantay. Para él, son varias las razones que influyen para que el actual escenario del fútbol joven esté así.

“Ha habido mucho déficit en el trabajo de cadetes. Es ganar el fin de semana y se dejan de lado las cosas primordiales en la enseñanza de los jugadores jóvenes. Entonces llegan a la selección con el 50% de la preparación que se necesita para ir a un mundial, por ejemplo. No se trabaja bien, definitivamente” analiza José Sulantay.

Además de las habilidades futbolísticas que alguien pueda tener, el exDT reconoce que a los jugadores hay que guiarlos en el camino del profesionalismo, y pensar en el largo plazo.

Archivo | Mario Davila | Agencia UNO
Archivo | Mario Davila | Agencia UNO

“El técnico no es un entrenador nomas, tiene que ir mas allá. tiene que estar metido en todo de la vida del jugador. Uno es papá, hermano, amigo, es todo” añade el exCoquimbo Unido, entre otros.

Otra voz autorizada a nivel nacional cuando se habla de fútbol joven es Carlos Pedemonte. El formador, que ha trabajado por cerca de 30 años en el tema, tiene claro que el problema de los resultados obtenidos con las selecciones juveniles es muy grande.

Los factores son hartos, no hay uno solo. Uno no sabe si el problema es que los otros (países) evolucionan muy rápido o nosotrosmuy lento. Hay un problema cultural, nos cuesta competir en esos niveles por la cultura, el desarollo deportivo, la mentalidad”, afirma Pedemonte.

Las razones de los fracasos

Si bien ambos coinciden que no se están haciendo bien las cosas, cada uno postula las razones que podrían terminar con los resultados que se han obtenido.

“Chile todavía es un país que está en una mixtura entre lo profesional y lo ‘lírico’ por decir algo. Hay un problema de todos: de los deportistas, los entrenadores, el medio, todo es muy light“, cree el encargado del fútbol joven en la Universidad de Concepción.

Respecto al espacio que hay entre los jugadores de la denominada ‘generación dorada’ y los que los siguieron en edad, el penquista entiende que esa generación fue algo fuera de lo común.

“Yo lo pongo fuera de lo normal (el caso de la ‘generación dorada’). Cuando un país se desarrolla debe tener continuidad. No somos cíclicos, no tenemos sistematización porque no tenemos bases. dependemos de las generaciones más que del trabajo continuo diario” dice tajante Pedemonte.

Sulantay coincide con el histórico formador de jugadores respecto a la falta de continuidad. “No es una generación, es algo que partió en Holanda y que siguió en Canadá. Si habría seguido quizás habríamos estado en más mundiales. Pero se cortó todo porque acá en Chile cuando las cosas se hacen bien, aparecen todos los que dicen que a mi me toco una buena generación. Harold Mayne Nicholls lo único que quería era sacarme y me sacó de inmediato.”, reclama Sulantay.

El mundialista con la sub 20 en Holanda y Canadá cree que los malos resultados también tiene que ver con malas elecciones. “Contratan a jugadores por teléfono, no los van a ver. Le dije a Robles (Héctor): primero búscate una forma de jugar, y cuando tengas claro eso, busca a los jugadores para lo que tu quieres, porque si no las cosas no te van a resultar. No sé porque no hizo las cosas que yo le dije”, recuerda el exDT.

En tanto, para Carlos Pedemonte el tema tiene que ver con algo cultural. “Todavía estamos en el tiempo que el fútbol es para los niños, y eso tiene que cambiar. El chico que quiere ser deportista profesional, a los 14 o 15 años años ya no puede pensar como niño, tiene que pensar como deportista de elite, y eso no esta asociado a nuestra cultura”, afirma el entrenador.

“Nos desgastamos mucho en si es bueno o malo (los resultados), pero no vamos al fondo del asunto, al porqué. Muchas veces se cae en replicar modelos que no han sido exitosos y si haces lo mismo, no vas a tener éxito”, añade.

Con el objetivo de mejorar el semillero nacional, Pedemonte cree que es necesario cambiar al menos tres cosas: la planificación, la mentalidad y la forma de entrenar, porque asume que evidentemente el país no está en un buen momento.