Fluminense y Deportes Antofagasta empataron sin goles este martes en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro y dejaron abierto su cruce por la primera fase de la Copa Sudamericana, que se decidirá en la vuelta el próximo mes en nuestro país.

Si bien los brasileños intentaron con más fuerza llevarse un triunfo, chocaron contra un ordenado Antofagasta, con las ideas muy claras en el que era su primer partido internacional.

Apoyados en su inspirado arquero suplente Hurtado, los ‘Pumas’ resistieron al asedio local y consiguieron llevarse un valioso empate al norte de Chile.

Previsto inicialmente para el día 13, el choque de ida había tenido que ser aplazado por la tragedia que enlutó el fútbol carioca a comienzo de mes, cuando fallecieron diez jóvenes de la base del Flamengo.

Con todo abierto, la llave se decidirá el 21 de marzo en Antofagasta.

Sebastian Beltran | Agencia UNO
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La gran noche de Hurtado

En casa, avalado por un correcto inicio de año y ante un debutante internacional, el Fluminense tenía todo de cara para darle una alegría a su hinchada en el Maracaná.

Era la oportunidad también para que los ‘tricolores’ se sacaran el mal sabor de boca del año pasado, cuando volvieron a rozar una final continental, pero acabaron quedándose a las puertas, arrollados por el futuro campeón Paranense.

Los cariocas, sin embargo, no iban a tenerlo fácil. Al frente no tenían a un novato al uso, sino a uno de los equipos que más ha crecido en el fútbol chileno, decidido a pelear su primer encuentro internacional.

Bien armados en defensa, los ‘Pumas’ supieron complicarle la vida a un ‘Flu’ que a los pocos minutos ya no sabía qué hacer con la pelota. Tampoco le discutía la posesión un Antofagasta cada vez más cómodo ante la falta de pólvora de los locales, que extrañaban en exceso a su reciente refuerzo Ganso o al prometedor Pedro, todavía recuperándose de su lesión.

Hasta que se cumplió la media hora. A partir de entonces, el ‘tricolor’ empezó a desatascarse por las bandas y a nublarle el viaje a los chilenos a balón parado. Ferraz tuvo el primero con un soberbio cabezazo que solo se frustró porque Hurtado, inicialmente el tercer arquero, también había despertado.

Ocupando temporalmente la plaza de Paulo Garcés, sancionado por dopaje, el portero ya había demostrado que había venido a ganarse el puesto deteniendo poco antes un tiro lejano de Luciano, y aún salvaría un par de testarazos envenenados más -incluyendo uno que era medio gol de Yony González-, antes del descanso.

Sebastian Beltran | Agencia UNO
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La batalla de los “Pumas”

La campaña de Hurtado por la titularidad, especialmente ahora que Antofagasta acaba de fichar al exarquero de Boca, Agustín Rossi, para ocupar el puesto, iba a continuar tras el intervalo.

De nuevo, una rápida atajada a un tiro de González le dio otra vida extra a los suyos, cada vez más asediados por un ‘Flu’ que había regresado dispuesto a matar el partido.

Cómodo por el aire, Ferraz volvió a volar sobre la defensa visitante y después pudo ser Everaldo quien hiciera valer otro testarazo. Pero nada quería entrarle a un ‘tricolor’ en el que la sorpresa inicial frente a la entereza de los debutantes había dado paso ya a la impaciencia.

Entonces, los brasileños adelantaron las líneas y siguieron insistiendo hasta el final y volvieron a rozar el gol con una bomba de Caio Henrique. Pero Hurtado tenía la noche y, aunque casi nadie apostara por él al comienzo de la velada, promete todavía mucha lucha. Como el propio Antofagasta.