El partido jugado en el estadio Elías Figueroa el 14 de noviembre de 2012 entre Santiago Wanderers y Unión La Calera quedó en la historia del fútbol chileno. No por el resultado (2-0 ganaron los “caturros”), sino que por la brutal agresión del delantero “cementero”, Gastón Cellerino, al arquero de Wanderers, Mauricio Viana.

Cuando el partido estaba a punto de llegar al final, el atacante que en ese entonces jugaba en Unión La Calera recibió la segunda cartulina amarilla luego de una plancha a un defensor de Wanderers.

Después de que el juez del encuentro le mostrara la tarjeta roja, Cellerino se dirigía al sector de camarines, cuando en el camino se le cruzó el arquero Mauricio Viana. El delantero lo empujó, y producto de eso el arquero de Wanderers cayó al piso.

Ahí llegaron varios jugadores a buscar explicaciones de la reacción de Cellerino mientras Viana se revolcaba en el piso. Mientras forcejeaban entre integrantes de ambos equipos, el arquero de Wanderers volvió a aparecer en escena.

Cellerino vio que Viana iba hacia él y decidió saltar para darle una patada que terminó impactando en forma de plancha a la altura del pecho del arquero “caturro”. La imagen dejó atónitos a los jugadores que dejaron a Cellerino retirarse de la cancha.

Una vez terminado el partido, el delantero fue detenido por Carabineros y llevado a la 2ª Comisaría de Valparaíso para prestar declaraciones. En tanto, Mauricio Viana fue llevado a un centro asistencial para constatar lesiones.

Al día siguiente, el 15 de noviembre, el Juzgado de Garantía de Valparaíso lo formalizó por la Ley de Violencia en los estadios y determinó que el delantero quedó con arraigo nacional y prohibición de acercarse a Viana y a un utilero de Wanderers, a quien agredió tras el encuentro, por 40 días.

Cellerino arrepentido y con nuevo amigo

Después de pasar la noche del 14 de noviembre tras las rejas, y luego de escuchar su formalización, Gastón Cellerino atendió a la prensa.

“Me siento arrepentido, no estoy pasando por un buen momento ya que yo no soy de esas personas que reaccionan así dentro de la cancha”, dijo le delantero con la mente más fría.

No me merecía el trato que me dieron, para mi familia fue una imagen muy fuerte verme esposado, creo que se exageró, pero así es la ley de violencia en el fútbol y hay que respetarla”, añadió Cellerino.

Finalmente el entonces delantero de La Calera recibió siete partidos de sanción.

Lo más increíble de esta historia, es que en 2014 Gastón Cellerino recaló en Santiago Wanderers y fue compañero de Viana.

“Ese asunto lo aclaramos antes de que firmara por Santiago Wanderers. Son cosas que pasan en el fútbol, momentos de calentura en los que uno no mide las consecuencias. Fue un diálogo sincero, con nuestras familias como testigos. Ambos nos disculpamos y el incidente quedó ahí. Hoy, no es más que un triste recuerdo”, dijo el delantero en entrevista con La Tercera en 2014.

La amistad entre ambos creció de tal manera que el arquero invitó a su matrimonio al delantero que en algún momento le pegó probablemente la peor patada que reciba como futbolista.