El fin de semana se jugó el duelo entre Universidad de Chile y Palestino por las semifinales de Copa Chile, pero además del partido hubo otro momento en que todos pusieron sus ojos.

El instante en que David Pizarro e Isaac Díaz corrieron a un rincón del Estadio Nacional, justamente al sector que recuerda a los detenidos desaparecidos de la dictadura. Allí los jugadores azules dejaron unos ramos de flores en un acto lleno de memoria y valor.

El máximo reducto deportivo del país fue un centro de detención y tortura durante la dictadura de Pinochet, pero entre las miles de historias que se recuerdan resalta una y tiene que ver, justamente, con el archirrival de la ‘U’: Colo Colo.

En esta historia los protagonistas son el histórico Francisco ‘Chamaco’ Valdés y el seleccionado nacional en 1962 Hugo Lepe, este último, detenido por la dictadura.

El nacido en la ‘U’, tras dejar el fútbol, trabajó como arquitecto en el Ministerio de Obras Públicas y era militante del Partido Socialista. Pero, tras el Golpe de Estado, Lepe pasó algunos días en el Estadio Nacional y no jugando en la cancha como antaño, sino que en las graderías junto a otros miles de chilenos que estaban detenidos tras el fin del gobierno del Salvador Allende.

Según detalla el libro ‘Leyenda hay una sola: la historia de Colo Colo 73’, Lepe fue liberado por el histórico jugador albo. Un día ‘Chamaco’ llegó al Nacional y liberó a su amigo y a otros futbolistas -menos reconocidos- de las manos de los golpistas.

En el libro de Axel Pickett, ‘Chamaco’ no tiene miedo y a la hora de salvar a su compañero no le tembló la voz en decir a sus amigos: “Nadie me tocará un pelo a mí, yo soy el ‘Chamaco’ Valdés”. De hecho, el autor en su libro asegura que el ídolo de Colo Colo “pedía hablar con el comandante” y lo trataban bien.

Leonardo Véliz recuerda el gesto de Valdés y reveló a La Tercera que “Chamaco no era ese jugador que alzaba la voz, él tenía un liderazgo mucho más silencioso. Hablaba en la cancha, con la pelota (…) Y en términos políticos, además, era bien transversal y eso le permitía llegar con facilidad a los dirigentes. Como cuando llegó al Estadio Nacional a tratar de que dos ex compañeros de él, (Hugo) Lepe y Mario Moreno, salieran de ese lugar donde estaban detenidos. Chamaco tenía ese carisma, que fue gestando de a poco y de una forma muy silenciosa”.

Además, el libro también relata otros momentos de ‘Chamaco’ en esos años. Durante la época del Mercado Negro, el jugador albo faenaba de animales para luego venderlos a las carnicerías o también como en el día del bombardeo a La Moneda donde luego del ataque, recorrió alrededor del quemado palacio presidencial preocupado por unos papeles que había firmado con Allende.