El fútbol siempre ha sido el deporte más popular en Chile, y era obvio que en tiempos de dictadura, el régimen militar utilizara al balompié nacional como método para entretener a las masas.

El ejemplo más claro es Colo Colo, ya que tras la campaña del cacique en la Copa Libertadores de 1973, los militares se dieron cuenta que este equipo reunía a todo el país. No es en vano que se dice que “Colo Colo es Chile”.

El asunto es que el 1 de abril de 1976 los albos fueron intervenidos por orden de Augusto Pinochet, pues el ‘popular’ atravesaba por una dura crisis económica. Es normal que cuando un equipo quiebra desaparece, pero para el régimen eso era demasiado riesgoso: Colo Colo era el método perfecto para entretener a las masas.

A través de la Dirección General de Deportes y Recreación (Digeder, hoy Chiledeportes) el cuadro albo fue intervenido.

En el libro ‘Historia del Deportes Chileno’ del periodista Edgardo Marín, se toca este tema y se define como una maniobra política.

“Claramente, aunque nunca se puso por consejos de quién o de quiénes, el Gobierno de Pinochet había decidido utilizar el fútbol como factor de entretenimiento de las masas, cuando no de directa alineación. El pueblo, sometido y sojuzgado, necesitaba de la sana distracción del fútbol para evadirse de problemas más acuciantes y, ciertamente, trascendentales. La máxima romana de ‘pan y circo’ tenía en el momento político chileno una nueva versión”.

Años después llegó la época de bonanza para el fútbol chileno, la llamada ‘plata dulce’, con la creación de la Polla Gol. Las ganancias hicieron que llegaran figuras como Elías Figueroa o Carlos Caszely, sin embargo, el despilfarro de dinero hizo que le fútbol chileno volviera a su época de crisis.

Según el libro ‘A Discreción: viaje al corazón del fútbol chileno bajo la dictadura militar’, en enero de 1981, el ministro de Hacienda Sergio de Castro prohíbe a la Digeder seguir entregándole dinero al fútbol profesional, pues a su juicio no se estaban cumpliendo ciertas formalidades que podían derivar en malversación de fondos.

En ese tiempo el general Iván Dobud asumió como nuevo Director de Deportes, y su primera misión consistió en fiscalizar los recursos del balompié local.

Tras la medida, ese mismo, año 34 de 38 clubes chilenos se encontraban endeudados y su única salvación era acudir a ‘rogarle’ a las autoridades por ayuda.

Aquella medida de Dobud de restringir los dineros al fútbol no le gustó para nada al presidente de la Asociación Central de Fútbol Abel Alonso, quien amenazó incluso con renunciar a su cargo si la situación no se arreglaba.

Además, otro que también puso su cargo a disposición fue el entrenador de La Roja Luis Santibáñez, quien recientemente había clasificado al ‘equipo de todos’ al Mundial de España 1982.

Aquí, en este punto, se da a demostrar la importancia que tenía el fútbol para el régimen militar.

El llamado de Pinochet

La polémica se estaba transformando en un problema de proporciones, pero el asunto fue rápidamente solucionado con un llamado desde el Palacio de La Moneda por el propio Augusto Pinochet.

A continuación, el diálogo de la llamada entre Pinochet y el timonel de la Digeder Iván Dobud.

Pinochet: General, hay que terminar con este problema del fútbol.

Dobud: Ya se lo expliqué al ministro, está el tema de la contabilidad…

Pinochet: No pues, General. Esto tiene que estar arreglado mañana sin falta.

Dobud: Déme un tiempo para negociarlo con Alonso, por lo menos…

Pinochet: No, no. Se acabó. Arreglado mañana (se corta la comunicación).

Al día siguiente se informó que “por decisión expresa del Presidente de la República”, se reanudaban, íntegros y sin condiciones, los aportes al fútbol.

La noticia alegró a Alonso, quien retiró su renuncia. Lo mismo ocurrió con Santibáñez.

Sin embargo, aquella polémica trajo coletazos, pues cuatro meses después, Pinochet le comunicaba a Dobud su salida de la Digeder y además su baja del ejército.

Obviamente Dobud le consultó al primer mandatario las razones de tal radical decisión, y Pinochet se las entregó:

Pinochet: Se me puso muy peleador. No ve que puso al Gobierno como enemigo de la selección. Y cuando es cosa de fútbol, la gente no perdona.

Dobud: Pero a retiro, Presidente…

Pinochet: Es que se me desgastó mucho, peleando por la tele con los peloteros. Por eso, no lo puedo poner en otro cargo donde se le vea la cara. Es fregado meterse con el fútbol, General…