Otro noticia negativa para el fútbol de la región del Bío Bío se conoció el pasado. El pasado lunes se confirmó la pérdida de categoría de Naval de Talcahuano por problemas financieros.

Por deudas en las obligaciones previsionales por tres meses, a decir, julio, agosto y septiembre, el Tribunal de Disciplina de la ANFP determinó el descenso del club a la Tercera División.

Una situación que los hinchas lamentaron en los micrófonos de La Radio en plena Plaza de Armas chorera.

El presidente del Club Deportivo y Social Naval, Cristian Ferrada, recibió a Radio Bío Bío en la sede de calle Serrano y analizó la situación, apuntando que la sociedad anónima terminó “debiéndole una vela a cada santo”, ya que siempre siguieron funcionando como un equipo de barrio.

Ferrada, además, aprovechó la instancia para una autocrítica. “Por qué no hicimos algo antes demandar, sacado por vía judicial”, reclamó.

El hincha de Naval tiene una historia de penas y frustraciones, pero sobretodo garra. Diego Ojeda tiene 24 años y desde que tiene uso de razón se vio con su padre, su abuelo y su hermano en El Morro.

Él y tantos otros exigen una explicación. “Al final lo que da más rabia es que el que termina pagando es el hincha. Los dirigentes siguen ahí. El castigo debería ser para ellos”, afirmó.

Para el Gerente de Naval, Gilberto Araya, el diagnóstico es claro: el problema es de caja, de recursos, de plata.

Asegura que se hicieron desde la administración “malabares” para sustentar la planilla, a pesar de ser la más baja, costando 9 millones 700 mil pesos para solventar al cuerpo técnico, jugadores e imposiciones.

Es enfático en que se pagó, pero el problema es que a destiempo, y si bien queda en la retina los 2 mil hinchas que acompañaron en el estadio en la recta final, el promedio fue de 300 personas en el tablón.

Unos aún albergan la esperanza de no perder la categoría, pero los más ya piensan en la Tercera División. para lo que el tiempo está en contra para llenar el cuaderno de cargos que se exige y sobretodo los certificados de la ANFP: el del descenso y el de “no deuda”.

Otra hincha incansable de Naval de Talcahuano es María Soledad Repiso. Es clara en que ahora deben apoyar todos, que el navalino debe volver y que esta es una oportunidad para establecer un proyecto serio, pero viable económicamente.

La familia navalina ahora tiene la palabra.