El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, señaló que su equipo deberá tener “humildad” y “entregarse con el corazón” para afrontar la final del miércoles en la Europa League contra el Olympique de Marsella.

“Vamos a jugar una nueva final, donde aparecen muchos sentimientos. Cuando uno llega a estas instancias necesita tener humildad. Enfrente estará un rival al que tendremos que minimizar sus tareas ofensivas. Está haciendo una gran Europa League y un gran torneo francés”, estimó Simeone este martes, en la conferencia de prensa de la víspera de la final.

“Somos dos equipos con similitudes. Tenemos buena pelota parada los dos, muchas similitudes. Ellos es cierto que tienen menos años juntos. Será una linda final”, vaticinó.

Simeone intentó lanzar un mensaje de tranquilidad con gotas de emotividad en las horas previas a la final de Lyon.

“Cada minuto que pasa, las emociones van creciendo. Los jugadores están bien y es el momento de darles tranquilidad, que la experiencia que tenemos sirva para desarrollarnos de la mejor manera. Hay que entregarse con el corazón”, apuntó.

Simeone será el gran ausente del Atlético de Madrid en la final, al encontrarse suspendido, y su puesto en el banquillo será ocupado por su ayudante, compatriota y mano derecha, Germán ‘Mono’ Burgos, como ocurrió en la vuelta de las semifinales de este torneo ante el Arsenal (1-0 en el Metropolitano y clasificación ‘colchonera’).

“Me genera tristeza no estar en esta final. Me ampara una gran sensibilidad con Germán, nos conocemos desde hace una vida. Tenemos sentimientos similares. Entendemos el fútbol igual”, tranquilizó.

“El partido de referencia fue el otro día (en la vuelta contra el Arsenal. Somos un equipo muy trabajado y confío plenamente en la presencia de Germán”, insistió.

Mejor no comparar

Sobre el rival y su homólogo Rudi Garcia, Simeone señaló que espera que plantee un partido difícil.

“Es un equipo peligroso en todas sus facetas ofensivas, que incluye la pelota parada”, avisó el ‘Cholo’ sobre el Olympique.

“Tienen un entrenador que generará un partido intenso, que tendremos que llevar allí donde creamos que lo llevaremos mejor”, dijo.

Simeone no quiso entrar en muchas comparaciones sobre esta final y la que ganó en 2012 en este mismo torneo con el Atlético. Tampoco con las dos perdidas en la Liga de Campeones (2014 y 2016).

“Las comparaciones nunca son buenas. La Champions es la Champions. La Europa League es la Europa League. En su día fue un paso importante. Nos dimos cuenta con ella de que podíamos, para muchos de los chicos fue un paso enorme. La consecuencia de todo lo que iba a venir después”, recordó.

Simeone ganó la Europa League en mayo de 2012, menos de cinco meses después de haber llegado al equipo como solución de emergencia tras el despido de Gregorio Manzano. Venció en aquella final 3-0 al Athletic de Bilbao de Marcelo Bielsa en Bucarest.