El fútbol boliviano fue testigo el domingo de un insólito partido que esconde una triste realidad.

Resulta que se enfrentaban Jorge Wilstermann y Universitario de Sucre por la primera división. El primero es el líder indiscutido del Grupo A, mientras que el segundo había perdido toda oportunidad de poder optar al título.

El día del partido, Universitario se presentó solo con 11 jugadores, la mayoría de ellos juveniles, no porque estuvieran fuera de la lucha por el título, sino porque el club mantenía un conflicto laboral con los sueldos (no les han pagado y la mayoría del plantel demandó al club. Además, decidieron no presentarse a jugar hasta que se solucione el problema) que afectan a los futbolistas del primer equipo.

Tras el pitazo inicial, la diferencia entre los chicos de 15 a 19 años con el plantel del ‘aviador’ fue evidente.

En solo 45 minutos Universitario ya perdía 7-0, con goles de Gilbert Álvarez y Ricardo Pedriel, quienes se matricularon con un triplete cada uno, además del brasileño Serginho que selló el marcador.

El árbitro pitó el final de la primera mitad y los jugadores se fueron a los vestuarios. Al salir, para disputar el complemento, solo aparecieron siete elementos de Universitario.

El cuerpo técnico argumentó que cuatro jugadores se habían lesionado y no les quedaban más cambios.

El partido comenzó y al minuto de juego otro futbolista se lesionó, por lo que Juan Nelio García decidió dar por terminado el encuentro.

“Ha sido triste. Primera vez en la historia de una institución como la nuestra en que pasa algo así, estamos terriblemente golpeados”, confesó Germán Gutiérrez, director deportivo del Universitario, después del partido, informó Infobae.