Los clásicos se viven de manera distinta. La ciudad se paraliza y durante la semana de lo único que se habla es del partido. En Brasil las torcidas le dan color y alegría al estadio, aunque lo que se vivió durante el clásico Pernambucano entre Sport Recife y Santa Cruz estuvo lejos de ser una fiesta.

El estadio Ilha do Retiro fue testigo de una violenta pelea entre la hinchada del Santa Cruz con la policía. Y todo comenzó por uno de los típicos láser que algunos mal llamados hinchas usan para molestar a los jugadores. Los uniformados ingresaron al sector de la barra y el drama se desató.

Gas pimienta y una avalancha que arrasó con todo a su paso, incluyendo niños y personas de la tercera edad. Hubo golpes, palazos y desesperación. El saldo final fueron 60 heridos, algunos tendidos en el piso desmayados, otros, olvidándose de su pelea con los policías, cargaban a decenas de heridos a las ambulancias.

El médico a cargo del operativo, Caio Santos, informó que ningún herido corre riesgo vital. En cuanto al partido, el empate a 1 tanto correspondía a la última fecha de la primera fase. Lo preocupante es que ambos equipos se volverán a ver las caras en cinco días más, por los cuartos de final del campeonato Pernambucano, esperando que el protagonista de la jornada sea el balón de fútbol y no la violencia.